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7 situaciones navideñas altas en carbohidratos y cómo evitarlas

Se acercan las navidades, unas fiestas típicamente altas en carbohidratos. Pero no temas, te vamos a dar consejos para salir airosos de estas situaciones que pueden ser difíciles de gestionar.

¿No sabes cómo evitarás las tentaciones navideñas y todo el posible estrés que eso te va a causar durante las siguientes cuatro semanas? La comida y la bebida tienen un papel muy importante en las tradiciones navideñas y es normal preocuparse por no saber cómo seguir comiendo low-carb mientras todo el mundo está dándose festines altos en carbohidratos.

A continuación te describimos estas típicas situaciones navideñas altas en carbohidratos y te explicamos cómo gestionarlas gracias a los consejos que los expertos de Diet Doctor han compartido con nosotros.

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1. Cuando todo el mundo trae dulces a la oficina o a una fiesta navideña

Las fiestas navideñas están llenas de platos altos en carbohidratos muy tentadores. Por ello recomendamos que traigas tus propios platos low-carb, como chips de queso, galletas keto, o cualquier snack que te guste. Aunque en estas fiestas a veces es posible encontrar alimentos aptos para la dieta, como huevos cocidos, fiambres o quesos, no siempre es el caso, de modo que es preferible que traigas tus propios refrigerios low-carb. También es una buena opción comer un poco antes de ir para evitar quedarte con hambre.


2. Cuando tus amigos insisten en que comas alimentos altos en carbohidratos

A medida que pierdes peso y ganas en salud, es habitual que tus amigos te digan cosas como “Estás estupendo/a, por comer un poquito no pasa nada” o “Date un capricho, ¡te lo has ganado!”.

Agradece estos comentarios, que al fin y al cabo se hacen con buena intención, pero intenta redirigirlos con un “Gracias, sí, es cierto que me he esforzado mucho y me siento muy bien, pero la verdad es que no quiero arriesgarme a que me siente mal la comida después. Adelante, tú disfruta de la comida, yo prefiero comer este queso que tiene tan buena pinta”.


3. Cuando tu tía favorita o un amigo te dice: “Pero si te lo he cocinado solo para ti”.

De nuevo, agradece el gesto; enfócate en la relación que os une y resta importancia a los carbohidratos. Puedes decir algo como: “Eres muy amable, siempre me ha gustado mucho esta receta. ¿Por qué no la disfrutas tú y yo me quedo aquí a charlar contigo para ponernos al día?”.

También podrías sugerir cocinar una versión low-carb de la receta y hacer hincapié en lo bien que te sienta evitar comer azúcar y almidones.


4. Cuando un plato especial es una tentación especial

Si sientes una conexión cultural o familiar con respecto a un plato en concreto en este momento del año, es posible que sientas que no estás celebrando o siendo parte de esta celebración. En ese caso, ¿por qué no pruebas a hacer tú una versión low-carb de los platos festivos que tanto disfrutas? Puedes consultar nuestra colección de recetas festivas para inspirarte.

Otra opción es no hacer de la comida el centro de atención, sino centrarte en tus tradiciones favoritas que no estén relacionadas con la comida.

5. Cuando estás enfermo y te apetece comer carbohidratos

Los antojos de carbohidratos suelen aumentar cuando estás enfermo o resfriado o te sientes triste, ya que tu capacidad de decisión disminuye y pueden aumentar tus ganas de comer carbohidratos. Sin embargo, te aseguramos que no necesitas carbohidratos para curarte.

De hecho, podría ser mejor opción ayunar y dejar descansar el sistema digestivo y tomar sorbos de caldo, té o agua caliente. Alimentos low-carb como los huevos revueltos pueden ser muy reconfortantes.


6. Cuando sientas la “depresión” o “nostalgia” de invierno

Los antojos de alimentos altos en carbohidratos pueden aumentar cuando uno se siente triste o nostálgico, que es algo muy común durante las navidades.

Conviene saber que comer carbohidratos te da subidón de azúcar momentáneo y es muy probable que después te encuentres mal, tanto a nivel físico como emocional. En lugar de sucumbir ante estos antojos, prueba a dar un paseo o haz una actividad que te permita obtener luz extra. Las luces artificiales también pueden ayudar, así como escuchar música, bailar o conectar con otras personas. Sé amable contigo mismo y asegúrate de tener a mano opciones de comida bajas en carbohidratos que te gusten, ya que sabes que cuando te sientes un poco alicaído cuesta más comer saludable y mantenerse en la dieta.


7. Cuando decides salirte del plan

Al final has acabado comiendo galletas o un postre navideño y te preguntas qué vas a hacer ahora. La respuesta es, ¡vuelve a la dieta en cuanto puedas! Deshazte de las sobras (puedes dárselas a tus compañeros de trabajo) para evitar tentaciones.

Para muchas personas es fácil volver a la alimentación low-carb pero, si no es tu caso, aquí te dejamos unos consejos:

  • Bebe agua y caldo de huesos salado. 
  • Empieza comiendo muy bajo en carbohidratos durante al menos dos o tres días después de haber comido en exceso durante las fiestas. 
  • Come más proteína para evitar sentir hambre y reducir el retorno de los antojos. Planifícate bien para comer tres comidas altas en proteína al día, low-carb o keto, hasta que vuelvas a sentir los niveles de hambre habituales. 
  • No intentes hacer un ayuno después de las vacaciones para compensar los festines navideños, ya que suele ser demasiado. Simplemente vuelve a comer low-carb o keto en cuanto puedas.
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