Cómo revertir la diabetes tipo 2

¿Tienes diabetes tipo 2, o estás en riesgo de desarrollar diabetes? ¿Te preocupa la glucemia? ¿Tienes diabetes tipo 1 o cuidas a alguien que la tiene? Entonces llegaste al sitio correcto.

Muchas personas con diabetes o prediabetes han mejorado su salud con cambios en la dieta. ¡Tú también puedes hacerlo! Esto significa que puedes reducir o eliminar la medicación para la diabetes, y esos mismos cambios en la dieta pueden ayudarte a perder peso.

Esta guía te ofrece una visión general de lo que necesitas saber de la diabetes, y habla sobre el tratamiento para la diabetes tipo 2. Puedes seguir leyendo para aprender todo al respecto. Además, contamos con otras guías relacionadas, que pueden enseñarte más acerca de los síntomas de la diabetes (tipo 1 y tipo 2), la dieta para la diabetes, y las consideraciones particulares para la diabetes tipo 1.


1. ¿Qué es la diabetes?

En pocas palabras, la diabetes es un trastorno del azúcar (glucosa) en sangre y la insulina. La diabetes nos indica que algo anda mal con la forma en que la persona produce o usa la insulina. La insulina es una hormona pancreática que reduce los niveles de glucosa en la sangre, al transportarla desde el torrente sanguíneo hacia las células del cuerpo.

La diabetes tipo 1 se produce cuando, por enfermedad autoinmune o por otras razones desconocidas, el páncreas se daña y no produce insulina.

En la diabetes tipo 2, el páncreas generalmente produce insulina, pero no puede usarla eficazmente. Entonces, al cuerpo se le hace cada vez más difícil manejar el azúcar en la sangre.

Tener un exceso de glucosa (como se le llama a la molécula de azúcar en la sangre) es un problema, porque en grandes cantidades puede dañar los vasos sanguíneos. Al mismo tiempo, otras partes del cuerpo no pueden obtener energía de la glucosa, porque esta permanece en el torrente sanguíneo en vez de entrar a las células.

Pero esto no sólo tiene que ver con la glucosa. Demasiada insulina, una característica de la diabetes tipo 2, también es un problema.

El trabajo principal de la insulina es mantener los niveles de glucosa en sangre dentro de un intervalo muy estrecho. La insulina no sólo ayuda a eliminar el exceso de glucosa de la sangre, sino también a prevenir la degradación muscular.

Sin embargo, la insulina también aumenta el almacenamiento de grasa, especialmente cuando los niveles en la sangre son elevados, y evita que el cuerpo use la grasa como combustible.

El exceso de insulina en la sangre puede provocar que disminuya la capacidad del cuerpo para usarla. Eso es lo que se denomina resistencia a la insulina. El aumento de peso puede ser uno de los primeros signos de que el cuerpo está produciendo demasiada insulina y se está volviendo resistente a la insulina. Una dieta y otros cambios en el estilo de vida pueden ayudar a revertir la resistencia a la insulina y el aumento de peso asociado con esta, lo que puede ayudar a prevenir la diabetes.

Para saber más acerca de la diabetes, haz clic aquí:

Tipos de diabetes

Existen diferentes clases de diabetes, pero todas están relacionadas con un alto nivel de glucosa en sangre debido a que el cuerpo no utiliza o no produce insulina efectivamente.

Diabetes tipo 2

La diabetes tipo 2 es la forma más común de la diabetes, puesto que más del 90% de los casos son de este tipo.

La diabetes tipo 2 comienza cuando se produce más insulina de la que el cuerpo puede manejar. Cuando a las personas se les diagnostica diabetes tipo 2, usualmente tienen en su cuerpo niveles de insulina diez veces más alto que lo normal.

Los niveles consistentemente elevados de insulina en la sangre pueden causar un aumento de peso, además de otros síntomas de resistencia a la insulina.

Con el paso del tiempo, el páncreas ya no puede producir suficiente insulina como para mantener los niveles de glucosa bajo control. Aunque pueda que esté produciendo un montón, sigue siendo insuficiente. Esto es porque las células se han vuelto cada vez más resistentes a los efectos de la insulina. Cuando esto sucede, la glucemia sube, y a las personas se le diagnostica prediabetes o diabetes tipo 2.

La diabetes tipo 2 usualmente afecta a personas de mediana edad o mayores, aunque se está volviendo cada vez más común entre adolescentes y jóvenes debido a una mala salud metabólica.

Diabetes tipo 1

A diferencia de las personas con diabetes tipo 2, aquellas que desarrollan diabetes tipo 1 inicialmente no experimentan problemas asociados con un exceso de insulina, como el aumento de peso. Sucede con frecuencia que las personas con diabetes tipo 1 tienen un peso normal al momento de recibir el diagnóstico, y que experimenten una pérdida veloz de peso antes de recibir tratamiento.

Debido a que las personas con diabetes tipo 1 producen una cantidad mínima o nula de insulina, el tratamiento primordialmente consiste en administrar inyecciones de insulina. Sin embargo, llevar una dieta baja en carbohidratos puede ayudarles a controlar el nivel de glucosa en sangre

En el pasado, a la diabetes tipo 1 se la llamaba frecuentemente “diabetes juvenil”, por el hecho de que típicamente comienza durante la niñez o al comienzo de la adultez. Pero también puede ocurrir en adultos mayores, a menudo con un inicio mucho más gradual, lo que se conoce como diabetes autoinmune latente en adultos (DALA o LADA, por sus siglas en inglés), o también como diabetes 1.5.

Más allá de la edad que se tenga al momento del diagnóstico, sus efectos duran de por vida.

Otros tipos de diabetes

A veces un diagnóstico de diabetes no necesariamente encaja perfecto en las categorías de tipo 1 o tipo 2. Algunos adultos con sobrepeso desarrollan diabetes tipo 1, así como también personas flacas pueden desarrollar diabetes tipo 2. La diabetes gestacional es un caso especial de diabetes tipo 2 que ocurre temporalmente durante el embarazo, aunque el tener diabetes gestacional aumenta las probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2 más adelante.

También existen tipos bastante raros de diabetes, como la diabetes tipo MODY (Por el acrónimo en inglés para aparición de diabetes adulta en los jóvenes, o Mature Onset Diabetes in the Young) o la diabetes relacionada con la fibrosis quística (CFRD, por sus siglas en inglés).

Y a veces la enfermedad de Alzheimer es referida como diabetes tipo 3.

Síntomas comunes de la diabetes

  • Aumento de sed y una producción anormalmente alta de orina
  • Cansancio severo
  • Mayor sensación de hambre que lo normal
  • Pérdida de peso inexplicable
  • Demora en la sanación de heridas
  • Visión borrosa
  • Entumecimiento y cosquilleo en manos, pies o dedos de los pies
  • Manchas oscuras en la piel
  • Sarpullidos y lesiones en la piel
  • Infecciones urinarias y vulvovaginitis (mujeres)
  • Disfunción eréctil (hombres)

Para mas detalles, puedes ver nuestra guía sobre los síntomas de diabetes. Es importante tener en cuenta, sin embargo, que durante la prediabetes y los primeros estadios de la diabetes tipo 2, puede que no se note ningún síntoma.

Si crees que tienes algún síntoma de diabetes, visita al médico.


2. Acerca del nivel de glucosa en la sangre

Nuestra guía sobre lo que necesitas saber acerca de la glucemia puede ayudarte a conocer más sobre de los niveles altos y bajos de glucosa en sangre. Esta guía para la diabetes se centra específicamente en los niveles altos de glucemia que ocurren con la diabetes.

¿Cómo saber si se tiene demasiada glucosa en sangre? Si tú no sabes aún, es muy sencillo. Puedes hacer una medición de glucemia (la medida de concentración de glucosa en la sangre) en unos pocos segundos, ya sea en el consultorio de tu médico o con tu propio medidor.

Si vas a hacerte un análisis de glucosa en sangre en tu casa, lee y sigue las instrucciones que vienen con el glucómetro (el medidor de glucosa en sangre). Para la mayoría de los medidores, el procedimiento general es así:

  1. Con las manos limpias, coloca una tira reactiva en el medidor de glucemia.
  2. Pincha un costado de tu dedo con la lanceta para sacar una gota de sangre.
  3. Coloca la punta de la tira reactiva en la gota de sangre.
  4. Después de unos segundos, el glucómetro te dará el valor.

Compara el resultado la medición con los siguientes valores:

  • Nivel normal de glucosa en sangre: Menos de 100 mg/dL (5,6 mmol/L ) en ayunas, y hasta 140 mg/dL (7,8 mmol/L ) después de comer
  • Prediabetes: Entre 100-125 mg/dL (5.6-7.0 mmol/L) en ayunas
  • Diabetes: 126 mg/dL (7.0 mmol/L) o más en ayunas, o superior a 200 mg/dL (11,1 mmol/L) después de comer

Ten en cuenta que una única medición de glucosa en sangre no es suficiente para un diagnóstico de diabetes. Tu médico puede realizar análisis adicionales para confirmar si tienes diabetes o prediabetes.

Si ya sigues una dieta baja en carbohidratos y estás preocupado por los niveles de glucemia que estás obteniendo, consulta nuestra información sobre cómo una dieta baja en carbohidratos afecta a las mediciones de glucosa en la sangre.


3. Alimentos y diabetes

Las personas con diabetes tienen dificultades para mantener la glucemia en un rango normal. La sangre se vuelve “demasiado dulce” cuando los niveles de glucosa se elevan.

El azúcar en la sangre proviene de dos lugares: el hígado y los alimentos que comes. Uno no puede hacer mucho para controlar la cantidad de azúcar que el hígado produce, pero sí puede controlar los alimentos que come.

Los alimentos se componen de tres categorías amplias conocidas como macronutrientes (nutrientes principales): carbohidratos, proteínas y grasas. Muchos alimentos son una combinación de dos o de los tres macronutrientes, pero solemos agrupar los alimentos según si son mayormente carbohidratos, proteínas o grasas.

Carbohidratos

Los alimentos que se transforman en glucosa cuando son digeridos por el organismo se llaman carbohidratos.

carbohydrates

Cuantos más carbohidratos consumimos en una comida, más azúcar se absorbe en el torrente sanguíneo y tanto más altos se vuelven los niveles de glucosa en la sangre.

Aunque muy pocas personas estarían de acuerdo en que los alimentos azucarados son buenos para la salud, algunos alimentos que consideramos “sanos” (las frutas, por ejemplo) realmente tienen un montón de azúcar. Muchas personas no saben que los alimentos con almidón, como el pan, el arroz, la pasta y las patatas, se convierten rápidamente en azúcar (glucosa) al digerirlas.

¡Comer una papa puede elevar el nivel de glucosa en la sangre tanto como comer 9 cucharaditas de azúcar! Sin embargo, esta reacción puede ser un poco difícil de predecir para cada individuo en particular, puesto que existe una variabilidad natural, que está probablemente relacionada con factores hereditarios y los valores de referencia de sensibilidad a la insulina de cada persona.

Tabla de equivalencias en cucharaditas de azucar - Unwin