¿Qué es un medidor de glucosa continua? Y, ¿es adecuado para ti?

Si tienes diabetes tipo 1 o tipo 2, ya sabrás que es vital supervisar y controlar la glucosa sanguínea. Pero incluso si no tienes ninguno de estos trastornos, llevar un seguimiento de los niveles de glucosa sanguínea puede ser una buena idea para muchas personas.

El motivo es que una glucosa sanguínea en aumento y un empeoramiento de la salud metabólica se asocian a un mayor riesgo de numerosas enfermedades, entre ellas el cáncer, las cardiopatías, la demencia e incluso la muerte prematura.

La buena noticia es que un medidor continuo de glucosa (MCG) puede ser de ayuda. En los Estados Unidos y en algunas otras jurisdicciones es necesario que tu médico te recete un MCG. No obstante, en otros países, como España o México, se pueden comprar sin receta. Cuestan de 60 € (80 $ estadounidenses) para arriba, pero es posible que merezca la pena, pues los datos que proporcionan pueden ayudarte a tomar medidas para mejorar tu salud metabólica y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.

A continuación te mostramos todo lo que necesitas saber sobre los medidores continuos de glucosa y cómo usarlos para mejorar tu salud metabólica.

Medidor de glucosa continuo

 

Resumen

  • Los MCG te permiten llevar un seguimiento de la glucosa sanguínea durante todo el día —también después de las comidas—, lo que proporciona información más precisa que simplemente comprobar los niveles en ayunas.
  • Los MCG proporcionan datos en tiempo real, lo que te permite tomar decisiones inmediatas respecto a la comida y a otros hábitos.
  • Debido a que los análisis de sangre tradicionales solo miden la glucosa sanguínea en ayunas y la hemoglobina A1c (HbA1c), la definición actual de glucosa sanguínea “normal” ignora a muchas personas que quizá estén en riesgo de sufrir disfunción metabólica. Los MCG solucionan este problema.
  • Los MCG son los mejores instrumentos para medir la respuesta a la glucosa de forma individualizada, una manera eficaz de tener más información sobre tu salud metabólica y posiblemente reducir el riesgo de muchas enfermedades crónicas.

 

1. ¿Qué es un medidor continuo de glucosa?

Mujer mirando cgm

 
Un medidor continuo de glucosa es un pequeño dispositivo médico que monitoriza la glucosa sanguínea en tiempo real.

El dispositivo se ajusta en el abdomen o en la parte superior del tríceps durante 7 a 14 días. Tiene un parche adhesivo que lo mantiene pegado, y envía las cifras de glucosa sanguínea al receptor o —con más frecuencia en la actualidad— a una aplicación en el teléfono.

Lo más increíble viene ahora: cuando se usa un MCG, la única parte que está “dentro” del cuerpo es un fino microfilamento que ni siquiera sentimos. Se queda en el denominado “espacio intersticial” debajo la piel.

Eso quiere decir que está en contacto con el líquido que rodea a las células, no dentro de un vaso sanguíneo, por lo que el riesgo de sangrado o infección es prácticamente nulo.

Los médicos suelen recetar los MCG a personas con diabetes tipo 1 o tipo 2 que usan insulina. Saber de forma inmediata los niveles de la glucosa sanguínea ha permitido que las personas que usan insulina puedan ajustar las dosis en las comidas de forma más precisa, estar más tiempo en un rango saludable, sufrir menos episodios hipoglucémicos potencialmente mortales y sufrir menos aumentos de la glucosa sanguínea que pasan desapercibidos.

Desde hace poco, se está empezando a reconocer los MCG como una herramienta que puede ayudar a mejorar la salud metabólica. Sin ir más lejos, mis propios pacientes disfrutan siguiendo en tiempo real su progreso y comprobando de forma inmediata los efectos de sus cambios de hábitos, sin importar si tienen diabetes o no.

¿Podría un MCG serte útil?


 

2. ¿Es un MCG adecuado para ti?

Médico usa tablet para mostrar resultados de rayos x

 
En general, son muchas las personas que podrían beneficiarse de llevar un MCG, pero hay ciertos casos en los que quizá no sea adecuado. A continuación te ayudamos a descubrir si te puede merecer la pena usar un MCG.

A quién le puede ser útil usar un MCG:

  • A una persona con diabetes tipo 1 o tipo 2 que quiera mantener la glucosa sanguínea dentro del rango ideal. Es necesario hablar con el médico para cerciorarse de hacerlo de forma segura.
  • A una persona con síndrome metabólico que quiera llevar un seguimiento preciso y en tiempo real de la glucosa sanguínea.
  • A una persona que quiera “optimizar” su salud metabólica cambiando sus hábitos.
  • Si se usa como parte de una estrategia para adelgazar, puede ser útil para comprobar si comer bajo en carbohidratos cambia de forma beneficiosa el perfil de glucosa sanguínea a lo largo del día.

Quién no debe usar un MCG:

  • Una persona que no tenga interés ni voluntad de cambiar sus hábitos.
  • Una persona preocupada por el coste y que ya está satisfecha comprobando la glucosa sanguínea una o dos veces al día.
  • Una persona embarazada, gravemente enferma o en diálisis. La mayoría de los sitios web de los fabricantes indican que sus dispositivos no han sido probados y no son apropiados para su uso en estos grupos.
  • Una persona con una alta probabilidad de obsesionarse respecto a las cifras de glucosa sanguínea, lo que cause que se alimente de forma no saludable para conseguir un nivel de glucosa concreto.

¿Quién debería tener precaución con un MCG?

  • Las personas que toman aspirina, paracetamol, dosis altas de vitamina C o una medicación llamada hidroxicarbamida deben tener cuidado, ya que estos medicamentos pueden causar que el MCG muestre cifras erróneas. Las interacciones son distintas según el fabricante, así que asegúrate de leer las advertencias específicas de tu dispositivo.

 

3. Cómo usar un MCG para monitorizar la glucosa sanguínea

Pareja comiendo ensalada

 
Hay numerosas formas de usar un MCG si quieres más información sobre tu salud metabólica y sobre cómo reacciona el cuerpo a tus hábitos. Aquí te mostramos varias maneras de usar el dispositivo.

1. Aprovecha cada comida para descubrir tu tolerancia a los carbohidratos

Puedes considerarla una prueba de tolerancia a la glucosa en el “mundo real”: ¿cómo cambia tu nivel de glucosa según la comida?

  • Primero, comprueba la glucosa sanguínea antes de comer. Ese es el valor inicial.
  • Después, consume una comida normal, o puedes preparar comidas específicas para comprobar la reacción.
  • Anota las cifras de glucosa sanguínea 30, 60, 90 y 120 minutos después de comer.
  • Lo ideal es que el valor máximo de glucosa sanguínea tras una comida sea inferior a 140 mg/dL (7,8 mmol/L).
  • Si quieres optimizar tu salud metabólica, hay algunos estudios pequeños que usaron un MCG en personas sin diabetes que muestran que la mayoría del tiempo su glucemia estuvo por debajo de 120 mg/DL (6,7 mmol/L).

Si la glucosa sanguínea reacciona de esta forma, ¡felicidades! Respondes bien a la comida que has escogido y puedes incluirla en una dieta saludable de forma metabólica.

Si la glucosa sanguínea sube por encima de lo deseado o tarda más de dos horas en regresar al valor inicial de forma regular, modifica la comida y haz la prueba otra vez. Puedes reducir la cantidad de carbohidratos o añadir grasa y proteína para mitigar su efecto.

Por ejemplo, si comes solamente bayas, la glucosa sanguínea probablemente aumente de forma más pronunciada y más rápido que si comes bayas con nata montada. Y comer espaguetis con albóndigas tendrá un efecto mayor en la glucosa sanguínea que comer espaguetis de calabacín con salsa boloñesa.

2. Aprovecha todos los días para mejorar tus niveles promedio de glucosa

Los MCG calculan los niveles promedio de glucosa a diario, lo que es mucho más rápido que una prueba de la HbA1c de tres meses.

Además, la interpretación de los resultados de una prueba HbA1c se basa en la suposición de que los glóbulos rojos viven 120 días, pero en realidad esto es simplemente una estimación aproximada. El ciclo de vida de los glóbulos rojos puede variar según la persona, lo que afecta al resultado de la A1c. Además, aparte de la glucosa sanguínea, hay varios factores que pueden aumentar o reducir la A1c, por lo que el MCG es una herramienta complementaria útil.

Un nivel de glucosa promedio diario “normal” es inferior a 114 mg/dL (6,3 mmol/L), lo que se correlaciona con una A1c de 5,6 % (37 mmol/mol).

No obstante, hay numerosos estudios que muestran que unos niveles mayores de HbA1c se correlacionan con un aumento del riesgo de resultados de salud desfavorables. Aunque todavía no se ha estudiado bien, puede ser preferible que el promedio sea inferior a 100 mg/dL (5,6 mmol/L), que se correlaciona con una A1c de 5,0 % (31 mmol/mol).

3. Aprovecha todos los días para analizar cómo influyen el sueño y estrés.

La alimentación no es la única variable que afecta a la glucosa sanguínea.

Dormir mal y una mala gestión del estrés pueden aumentar los niveles de glucosa sin importar lo bien que comas.

Por el contrario, el ejercicio y el ayuno intermitente pueden mejorar los niveles de glucosa sanguínea.

Kara Collier, dietista, cofundadora y directora de nutrición de Nutrisense.io, afirma que el sueño y el estrés afectan a la glucosa sanguínea mucho más de lo que la mayoría de la gente cree.

Según su experiencia clínica, la variabilidad de los niveles de glucosa sanguínea en relación con los hábitos de sueño y los niveles de estrés es de hasta un 25 %. Y no son solo las horas de sueño las que influyen en la glucemia, no pasar la cantidad suficiente de tiempo en la fase REM o en la fase de sueño profundo también puede influir en la glucosa sanguínea del día siguiente.

La forma que usa Collier para saber si el estrés crónico está afectando de forma negativa a la glucemia sanguínea de una persona es comprobar si los niveles durante los fines de semana son mucho mejores que en los días laborales a pesar de que la alimentación es la misma.

En el caso de las personas con una semana laboral estresante, practicar mindfulness puede tener un mayor efecto en la reducción de la glucemia que cambiar la alimentación.

Puede ser difícil señalar una variable específica, ya que no siempre es posible controlar el sueño, el estrés o todas las comidas. Pero cuantas más notas detalladas tomes, más información tendrás para actuar en consecuencia.

¿No te gusta tomar notas? ¡No te preocupes!

Incluso sin tomar notas, aprenderás mucho simplemente usando un MCG y prestando atención a las tendencias.


 

4. ¿Por qué un MCG es mejor que otros métodos de medición de la glucosa sanguínea?

Hombre con un glucómetro

 
Un MCG te proporciona información continua sobre tus actos. Es como llevar un asesor nutricional en el brazo que te recuerda que pienses antes de comer.

Muchas personas afirman llevar una mejor adherencia a una dieta simplemente porque no quieren ver un aumento de la glucosa en la pantalla.

Puede ser difícil cambiar nuestras conductas. La responsabilidad extra de llevar un MCG puede ser lo que necesitas para tener éxito a largo plazo.

La glucosa sanguínea en ayunas es la medida de glucosa sanguínea usada de forma más frecuente en la medicina común. Desafortunadamente, es probable que también sea la menos útil para una detección temprana de enfermedades metabólicas.

Como detallamos en nuestra guía sobre el efecto del amanecer, las cifras de glucosa sanguínea en ayunas son con frecuencia engañosas, sobre todo para las personas que siguen una dieta baja en carbohidratos o que hacen ayuno intermitente.

Por ese motivo, llevar un seguimiento de la variabilidad de la glucosa sanguínea durante el día con un MCG nos brinda la oportunidad de detectar problemas más pronto.

Los estudios parecen indicar que la variabilidad de la glucosa puede ser un mejor factor pronóstico de la salud metabólica que la glucosa sanguínea en ayunas.

Otro estudio en el que se usaron MCG mostró que una glucosa sanguínea baja durante las tres horas después de comer —supuestamente debido a un aumento de la insulina estimulado por la última comida— se correlaciona con un aumento del hambre y del consumo de calorías en la siguiente comida.

Estos hallazgos nos muestran otra forma en la que un MCG puede ayudarte a elegir qué comer.

La conclusión es que obtener información inmediata y en tiempo real es muy útil y te permite actuar en consecuencia.


 

5. Aspectos negativos de los MCG

Báscula de madera con símbolos de menos y más.

 

1: Retardo

Los MCG miden la glucosa en el líquido del tejido justo bajo la piel, denominado líquido intersticial. Los niveles de glucosa en el líquido intersticial pueden ir desfasados varios minutos con respecto a los niveles de glucosa en sangre. Por lo tanto, durante una bajada o una subida rápidas de la glucemia, la cifra del MCG puede ser menor o mayor al nivel real de glucosa en sangre. Eso puede ser peligroso si usas la cifra mostrada en el MCG para escoger la dosis de insulina.

Los nuevos modelos de MCG son más precisos que los antiguos, pero sigue habiendo un margen de error del 10 al 20 % según el modelo.

Al comenzar a usar un MCG, quizá siga siendo necesario comprobar la glucosa con una gotita de sangre del dedo para saber si el MCG muestra datos un poco más altos, un poco más bajos o si son correctos.

2: Precio

Los MCG no son baratos. La mayoría de las pólizas de los seguros de salud solo cubren su coste si usas insulina. Si no es así, tendrás que pagar entre 100-400 € (70 y 800 $ estadounidenses) por un mes de seguimiento de la glucosa sanguínea.

Si te preocupa el precio, puedes usar un glucómetro mucho más barato y analizar una gotita de sangre antes y dos o tres veces después de cada comida para obtener información similar a un coste mucho menor.

3: Obsesión

Los MCG podrían desencadenar un rasgo obsesivo de personalidad en el cual la persona se centra en conseguir que los niveles de glucosa se mantengan planos, lo que significaría que no hay aumentos de glucosa.

4: Posibilidad de pasar por alto otros factores

El MCG podría incentivarte a comer de una forma en la que empeoren otros parámetros de salud en favor de la glucosa sanguínea. Por ejemplo, las bombas de grasa y el café con mantequilla quizá no afecten a la glucosa sanguínea, pero si las calorías extra de la grasa comienzan a acumularse, podrías ganar peso y, a la larga, sufrir resistencia a la insulina. Ten presente que la glucosa sanguínea es tan solo uno de los diversos marcadores a tener en cuenta.

Los profesionales de la salud probablemente estén de acuerdo en que unos niveles de glucosa sanguínea bajos dentro de un rango amplio y saludable son mejores que unos niveles altos, así como que es positivo que la variabilidad sea baja. Pero es posible que haya un punto en el que las desventajas superen a los beneficios.

Por ejemplo, quizá no haya una diferencia significativa entre un nivel de glucosa posprandial de 101 respecto a uno de 95. De hecho, la diferencia se puede deber simplemente al margen de error estándar del dispositivo.

Quizá un café con mantequilla y aceite MCT mantenga la glucemia en 80, pero comer una tortilla francesa con espinacas y queso la aumente a 92.

¿Es mejor consumir un café con pocos nutrientes o una tortilla más rica en proteínas y en nutrientes a pesar del ligero aumento de la glucosa sanguínea?

Es importante entender que la glucosa sanguínea es solo una de las muchas cosas a tener en cuenta al escoger los “mejores” alimentos para la salud.


 

6. Distintos modelos de MCG

Pareja mayor mirando tablet

 
Hay cuatro MCG disponibles en la actualidad, los cuales requieren receta médica en los Estados Unidos, aunque no en Canadá ni en otros países. Tres de ellos se pueden ajustar sin ayuda médica, y uno requiere de una visita al médico para implantarlo bajo la piel.

Todos los MCG disponibles son bastante precisos, pero prácticamente no hay estudios que comparen la precisión de los dispositivos más recientes.

Algunos profesionales médicos creen ahora mismo el Dexcom es el más preciso y el de Abbott el menos preciso, pero no está claro que la diferencia sea lo suficientemente grande como para que uno sea más útil que otro.

El precio varía considerablemente según el dispositivo; el de Abbott es el más económico.

  • El Abbott Freestyle Libre cuesta alrededor de 60€ en España (55$ de EEUU -México- a 80 $ -EEUU-) al mes sin gastos adicionales. Su precio hace que sea uno de los favoritos de los profesionales médicos con experiencia.
  • Los Dexcom G5 y G6 cuestan alrededor de 225€ en España (350 $ -EEUU-) al mes, con un gasto inicial de 476€ en España (500 $ en EEUU).
  • El Medtronic Guardian cuesta alrededor de 500 $ mensuales, con un gasto inicial de 700 $ -EEUU-.
  • Senseonics Eversense:
    este MCG en concreto requiere de una visita al médico para que lo introduzca. Se puede mantener puesto durante 90 días en los Estados Unidos y 180 días en Europa. El coste varía según el seguro, pero probablemente no sea una buena opción para las personas que quieran pagar al contado debido al coste de la consulta médica.

 

7. ¿Por qué es importante llevar un seguimiento de la glucosa sanguínea

Consulta con paciente

 
Comprobar los niveles de glucosa sanguínea puede ayudarte a seguir tu plan nutricional. A la mayoría de las personas no les gusta ver una cifra alta de glucosa sanguínea en la pantalla recordándoles que han comido algo que causó ese aumento.

Además, los datos muestran de forma constante que unos niveles elevados de glucosa sanguínea están asociados con un mayor riesgo de cardiopatías, insuficiencia cardíaca y otras enfermedades, incluso sin un diagnóstico de diabetes.

Sin embargo, la dieta óptima para mantener unos niveles de glucosa sanguínea normales quizá no sea la misma para todo el mundo.

Los estudios han mostrado que personas aparentemente sanas pueden tener reacciones glucémicas totalmente distintas a la misma comida. Algunas apenas tienen un aumento del nivel de glucosa sanguínea, mientras que a otras les sube de forma significativa.

A causa de esta variabilidad, las recomendaciones alimentarias generales son menos útiles de forma individual. Por eso, un MCG puede ayudarte a entender qué alimentos mejoran o empeoran la respuesta glucémica.

Además, los MCG quizá sean los mejores instrumentos para detectar la variabilidad de la glucosa. Una variabilidad más alta se correlaciona con peores resultados de salud y, por lo tanto, es una medida importante a seguir.


 

8. Siguientes pasos: un plan de 4 semanas

Mujer comiendo ensalada

 
Primero, consulta con tu médico si un MCG es adecuado para ti, ya que puede ser necesaria una receta para comprarlo.

Primera semana: una vez tengas el MCG, usa la primera semana como semana de “monitorización”. No intentes cambiar tus hábitos de forma significativa. Lleva un registro y monitoriza tus patrones de glucosa sanguínea. Tan solo toma notas, no tienes que actuar aún. Si los valores son diferentes de lo que esperabas, puedes confirmarlos varias veces midiendo la glucosa con una gotita de sangre.

Segunda y tercera semana: durante las siguientes dos semanas, experimenta con distintos alimentos para descubrir cómo influyen en la respuesta de la glucosa. Por ejemplo, si el valor máximo después de unas gachas de avena y fruta por la mañana es de 150 mg/dL (8,3 mmol/L), prueba a comer unos huevos revueltos con verduras para comparar.

También puedes experimentar con combinaciones de comida. Comer una manzana quizás provoque un aumento de la glucosa sanguínea, pero si la comes junto con mantequilla de cacahuete, es posible que el valor máximo de glucemia sea significativamente menor.

Una vez que tengas una idea de cómo algunos alimentos influyen en tu glucosa sanguínea, puedes empezar a experimentar haciendo ejercicio antes o después de comer, yéndote a la cama antes o después o con ayunos intermitentes de distinta duración.

Tan solo acuérdate de cambiar solo una cosa cada vez; si no lo haces así, tendrás que adivinar qué hiciste para tener ese resultado.

Cuarta semana: durante la cuarta y última semana, implementa una nueva forma de comer según los experimentos y compara los resultados con la primera semana. Probablemente ya sepas a qué alimentos reaccionas mejor, y podrás preparar un menú semanal para poner a prueba tu nueva forma de alimentación.

El experimento no tiene por qué acabar a las cuatro semanas, puedes continuar llevando un MCG durante más tiempo y hacer experimentos de vez en cuando. Pero por simplicidad, algunas personas prefieren aprender lo más posible en cuatro semanas y después comenzar una dieta optimizada según su respuesta a la glucosa.


 

9. Resumen

Un medidor continuo de glucosa es una herramienta de medición de la glucosa sanguínea más completa que un glucómetro tradicional. Proporciona información en tiempo real para que puedas tomar medidas y mejorar la salud metabólica.

La necesidad de receta médica en algunos países

quizás pueda restringir el acceso a un MCG, y el coste puede ser algo a tener en cuenta, ya que la mayoría de las pólizas de los seguros de salud solo lo cubren para las personas que usan insulina.

No obstante, si quieres un análisis lo más detallado posible de tu glucosa sanguínea y aprender tanto como puedas sobre cómo los alimentos influyen en tu salud metabólica, un MCG puede ser adecuado para ti.

¿Quieres aprender más sobre los MCG? Escucha el podcast de Diet Doctor con la Dra. Casey Means, cofundadora de Levels Health.