Perder 54 kg con keto y la mentalidad adecuada
Edad: 33
Altura: 180 cm
Peso preketo: 131 kg (289 lb)
Peso actual: 77 kg (170 lb)
Suzanne Ryan —autora del libro éxito de ventas Simply Keto y conocida por miles de personas en internet como Keto Karma— es una mujer joven, saludable, energética y optimista.
Sin embargo, no siempre fue así.
Durante años, batalló con la obesidad, la ansiedad, la depresión y la desesperanza que acompaña a esto.
“La verdad es que fui bastante delgada hasta la escuela secundaria”, recuerda Suzanne. “Pero después de que mis padres se divorciaran y mi hermano y yo acabáramos viviendo con mi padre, tuve problemas emocionales, y la comida se convirtió en una fuente de consuelo”.
Además, la comida que estaba disponible tenía poco valor nutricional. Ya que era un hombre ocupado con limitados recursos económicos, el padre de Suzanne a menudo llevaba a la familia al McDonald’s y otros restaurantes de comida rápida.
“También bebía gaseosas todo el tiempo”. Era nuestra bebida principal. La verdad es que no bebíamos agua”, recuerda ella.
“Mi padre y mi hermano comían lo mismo que yo y se mantenían delgados, pero a partir de sexto grado empecé a ganar mucho peso”, dice Suzanne. “Fue muy duro, porque no solo era más alta que todos mis compañeros, sino que también pesaba más. Nunca me veía como ninguno de ellos ni sentía como si encajara, que es todo lo que deseas a esa edad. Cuando eres mucho más grande que todos los demás, simplemente destacas. Se metían conmigo constantemente por mi tamaño”.
Knowing that she was struggling, Suzanne’s father tried to cheer her up with treats. Consciente de que lo estaba pasando mal, el padre de Suzanne intentó animarla con caprichos. “Decía, ‘Oh, tuviste un mal día. Vamos a tomar un helado. Te sentirás mejor’”.Aunque los dulces le ayudaron a calmar el dolor de forma temporal, Suzanne pronto desarrolló un problema con la adicción a la comida y se vio metida en un ciclo de comida en exceso, ganancia de peso, dieta, breve pérdida de peso y vuelta a un peso mayor que con el que empezó.
“Me puse por primera vez a dieta en la escuela secundaria. De hecho creo que fue Atkins, y solo duré un par de días. Recuerdo salir a desayunar con mi padre y saber que no podía comer panqueques, pero era lo único que quería, así que los pedí. Y después de comérmelos pensé, ya arruiné el día, así que comeré lo que quiera”, recuerda ella.
A lo largo de los años, Suzanne probó muchas otras dietas para perder peso.
“Probé todo tipo de dietas”, dice. “Dieta de jugos, vegetarianismo, Weight Watchers, South Beach y otras de las que no me acuerdo ahora mismo”.
También tomo de forma breve el suplemento Hydroxycut, incluso la medicación con receta fen-phen durante la preparatoria, que le hacía sentirse mal, aturdida y mareada.
“Siempre que descubría algo nuevo para perder peso pensaba, esto es. Esto va a ser lo que funcione. Pero, por supuesto, nada funcionó. No podía seguir con la dieta durante más de algunas semanas, así que solo perdía unos kilos. Siempre fue un arreglo rápido, no un cambio de estilo de vida”.
Conociendo al amor de su vida
En 2010, Suzanne se casó con Mick, el amor de su vida. Pero lo que debería haber sido uno de los días más felices de su vida, no acabó siéndolo.
“Después de comprometerme, recuerdo pensar que era el momento en el que por fin iba a perder peso. Pero mi autoestima y amor propio estaban más bajos que nunca, simplemente no creía que fuera capaz de hacerlo”.
De hecho, en vez de perder peso, ganó peso en las semanas previas a la boda.
“Probablemente fue cuando más pesaba, sin duda por encima de 136 kg (300 lb). Y la verdad es que no disfruté de mi boda porque estaba muy incómoda y tenía problemas con todas esas emociones. Llevé un vestido palabra de honor de talla 26, y no me sentía bien conmigo misma. Aunque en ese momento pensé, mi vida es esto. Si no pude hacerlo para mi boda, nunca voy a perder peso. Así que digamos que en ese momento me rendí”, recuerda Suzanne con tristeza.
Tres años después, tuvo a su hija, Olivia. Una vez que Olivia fue una bebé activa, Suzanne descubrió que cuidarla era cada vez más difícil.
“Simplemente no tenía la energía para seguir su ritmo”, dice Suzanne. “Me dolían la espalda y el cuello, las articulaciones me crujían, dormía nueve horas al día pero no tenía energía, era desdichada. Y solo tenía 30 años”.
Al prever un futuro de ganancia continua de peso, dolor y deterioro de la salud, consideró brevemente una cirugía para perder peso.
“Tenía un amigo que perdió mucho peso después de un bypass gástrico, así que le pregunté sobre ello. Pero simplemente pensé que no era adecuado para mí, porque en mi propio caso tenía un componente emocional con la alimentación. Pensé que incluso si me operaba, probablemente acabaría comiendo de la misma forma y acabaría en la misma situación. Necesitaba ocuparme de los problemas emocionales y descubrir por qué no estaba invirtiendo en mí misma”.
Hallazgo de la dieta cetogénica
Poco después, estaba mirando los foros de Reddit y vio un hilo sobre keto con fotos de “antes” y “después” de una mujer que había bajado mucho peso con éxito. Se dio cuenta de que esa persona tenía un cuerpo similar al suyo y de que no se hacía marketing de nada aparte de la dieta en sí misma.
“Esa persona parecía realmente feliz, y yo quería saber más. Así que empecé a investigar la dieta cetogénica todo lo que pude antes de probarla, y sonaba genial. Pensé, esta será la última dieta que pruebe. Y si no funciona, quizá me opere, estoy al límite. No puedo vivir así más”, recuerda Suzanne.Aunque empezó la dieta cetogénica con la intención de perseverar, su primer intento solo duró un día porque sus antojos de carbohidratos eran muy fuertes. “Seguía teniendo vínculos emocionales muy fuertes con la comida procesada y altamente adictiva, el tipo de comida con la que crecí”, dice.
Pero encontró la motivación que necesitaba cuando durante el mismo periodo, el hijo de un buen amigo que había sido diagnosticado con una enfermedad genética trágicamente falleció.
“En ese momento algo hizo clic”, recuerda Suzanne. “Comprendí el componente emocional tras el cambio de estilo de vida y qué tan importante es que tú mismo y tu salud sean una prioridad. Empecé a ver la importancia de invertir en tu modo de pensar. Puedes tener el plan perfecto, pero sin la mentalidad adecuada, no conseguirás nada. Y simplemente pensé que no iba a dar por sentada mi vida ni un día más”.
“Quiero decir, este niño, que todo lo que quiere es vivir, correr y jugar, y no tiene esa oportunidad. Y aquí estoy yo, con un cuerpo totalmente sano aparte de lo que hice con él. Nunca más. No voy a malgastar otro día”
Suzanne se apuntó de inmediato para participar en una carrera de 5 kilómetros, a pesar de que no había corrido nunca mucho y de que pesaba 131 kg (289 lb) en ese momento.
“Pero me comprometí a hacerlo, y lo hice”, dice Suzanne. “Y continuo participando en la misma carrera todos los años en su honor y para recaudar fondos para el Hospital Infantil Lucile Packard para investigación genética. Correrla también me recuerda el “por qué”: el momento en el que comprendí que tenía que hacer de la salud una prioridad y no dar mi vida por sentada”.
Y el 13 de enero de 2015, volvió a empezar a comer keto, perdió un total de 54,5 kg (120 lb) y nunca echó la vista atrás.
“De verdad pienso que la dieta keto me dio una segunda oportunidad en la vida”, dice ella. Estoy muy contenta, y mucho más energética, lúcida y feliz. Antes estaba siempre muy centrada en la comida, pensando sobre qué iba a desayunar, almorzar y cenar. No pensar sobre comida continuamente me libera. Siempre digo que sentí que estaba sentada al margen de la vida, sin ser capaz de hacer las cosas que la mayoría de la gente hacía, debido a mi tamaño. Todo eso cambió cuando encontré la motivación para seguir con la dieta cetogénica”.Compartiendo su camino keto en YouTube
Diez semanas después de empezar su estilo de vida keto, Suzanne inició un canal de YouTube para compartir su pérdida de peso usando la dieta cetogénica y su recorrido hacia la salud. Todas las semanas durante un año completo publicó un video documentando su transformación, proporcionando útiles consejos y compartiendo sus desafíos y éxitos con un público que crecía de forma constante.
Aunque se volvió más activa tras perder peso, no entrenó ni participó en ningún tipo de ejercicio reglado.
“No quería hacer muchas cosas a la vez, porque es demasiado difícil hacer un cambio completo de dieta y también empezar a hacer ejercicio”, dice ella. “Solo me centré en una cosa a la vez. E incluso ahora, realmente no hago ejercicio, aparte de la carrera de 5 km anual. No me gusta ir al gimnasio, pero adoro estar activa y andar mucho. Voy al parque o al zoo o hago senderismo con mi hija de cinco años. Antes era una chica sedentaria, pero ahora me gusta mucho salir, explorar y hacer cosas”.
Suzanne dice que llevar un seguimiento de su ingesta de comida fue crucial al principio porque le ayudó a aprender sobre nutrición y cómo aportar energía a su cuerpo de forma correcta.“Al principio, literalmente no tenía idea de qué tantos carbohidratos tenían diferentes alimentos o de qué era sano. Quiero decir, pensé que la granola y el yogur debían de ser sanos”, dice riéndose.
“Pero una vez que aprendí cuáles debían ser mis porcentajes de macronutrientes, ya no necesito llevar la cuenta porque todo se volvió automático. Lo hice durante un año entero porque me comprometí a hacerlo. Además, la gente que me seguía en mi canal de YouTube miraban mi diario para obtener ideas sobre qué comer, así que sentía que también tenía que hacerlo para ellos”, dice. Pero lo que realmente amo de la dieta cetogénica es que ahora no tengo ni que pensar en ello”.
Un día normal de comida
Desayuno: huevos y aguacate o una omelette con verduras, café con crema para batir y gotas de estevia. O, si no tengo hambre y estoy muy ocupada, café con aceite o polvos MCT.
Almuerzo y cena: proteína (pescado, pollo o marisco), verduras verdes o crucíferas preparadas con mantequilla o aceites saludables.
También come frutos secos en cantidades limitadas y de vez en cuando algunas bayas. Habiendo crecido comiendo muchos dulces y comida chatarra, Suzanne ahora aprecia el sabor de la comida fresca y natural. En general, le gusta mantener las cosas de la forma más simple y natural posible.
“Intento incluir verduras en todas las comidas y comer alimentos sin procesar el 95 % del tiempo. Cuando empecé la dieta cetogénica, fui superestricta: solo comida fresca, nada empaquetado. Y aunque sigue siendo lo que prefiero, cuando estoy ocupada, de vez en cuando como algo procesado como barritas Quest. Miro los ingredientes, y algunos los evito siempre, como el maltitol”, dice ella.
“Al principio llegué a un punto en que estaba casi asustada de comer cualquier cosa aparte de unos pocos alimentos, porque pensaba que si no comía perfecto el 100 % del tiempo, podría no tener éxito. Pero desde que me relajé un poco y encontré una forma de comer que es llevadera y funciona para mí, me siento mucho mejor y más segura. Porque sé que sin importar lo que pase, tengo esto controlado. Hago un esfuerzo real por prestar atención a qué cómo y cómo lo como. El plan más perfecto, deja de serlo si no es llevadero y no puedes seguirlo”, añade.Con la bendición y el ánimo de su marido, Suzanne tomó la decisión de continuar apoyando a otras personas a través de su YouTube channel y expandiendo su alcance con un blog, un libro e interacciones en redes sociales. Estas plataformas le permitieron compartir la mentalidad para superar la comida emocional y proporcionar apoyo y ánimo a la gente con adicción a la comida y problemas de peso. “Tengo una gran pasión por ello, y siento que es lo que estoy destinada a hacer”, dice con felicidad.
Suzanne se siente afortunada de poder ser un buen ejemplo para su hija, además de para su marido, que también tuvo problemas con la obesidad durante años.
“Mick perdió 68 kg (150 lb) antes de conocernos, pero cuando comenzamos a salir, volvió a recuperar prácticamente todo”, dice ella. “Cuando empecé la dieta cetogénica, él no estaba interesado. Pero al final se unió a mí, lo que facilitó mucho más las cosas que cuando le veía comer pizza la primera semana cuando empecé”, dice riéndose.
Olivia come algo más de carbohidratos y menos grasa que Suzanne y su marido, y no come mucha azúcar en total. “Pero no quiero que desarrolle un complejo”, dice Suzanne. “Así que si va a una fiesta de cumpleaños, le digo que coma un trozo de pastel, pero que no es algo que comamos siempre. También le gusta el brócoli, las verduras y muchas cosas saludables. Hablamos sobre la importancia de una buena nutrición y de no usar la comida para tratar el estrés o las emociones, ni como recompensa. Así que siento que está desarrollando una relación saludable con la comida, algo que es importante para mí”.
Sus mejores consejos
Aquí están los mejores consejos de Suzanne para perder peso con éxito y de forma sostenible:
- Céntrate en tu mentalidad. “Invierte en ti mismo, y encuentra tu ‘por qué’. Trabaja mucho en el componente emocional y en prepararte para el éxito, cualquiera sea su significado para ti. Si no tienes un propósito para hacer esto, no tendrás éxito a largo plazo”, avisa Suzanne.
- Haz cambios pequeños y llevaderos. “Si intentas hacer demasiado a la vez, te rendirás y te sentirás fracasado. Desafíate a ti mismo a hacer cosas nuevas, pero una por vez. En mi caso, una de las primeras cosas que hice fue dejar las gaseosas, eso fue muy importante”, dice ella. “Una vez que hice eso, pensé, bueno, ahora puedo pasar a lo siguiente”.
- Ten un sistema de apoyo. “Esto es muy importante, porque perder peso es un proceso muy emocional”, dice Suzanne. “Es importante ser capaz de compartir por lo que estás pasando e intercambiar ideas con otras personas que puedan verse reflejados y proporcionar el apoyo que necesitas”.
Puedes seguir a Suzanne en su sitio web www.ketokarma.com, o en Instagram @ketokarma, en Facebook en Keto Karma o en su canal de YouTube channel.
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Franziska Spritzler, dietista titulada
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P.D.
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