Bethany pasó una década sin tener el periodo. Después de ser diagnosticada con el síndrome del ovario poliquístico, intentó todo lo que se le ocurrió para revertirlo, pero nada funcionó. Encontró un libro de cocina keto y se apuntó al reto keto de dos semanas. Esto es lo que ocurrió:
He sufrido SOP durante diez años. Sin saberlo durante unos siete. De hecho, tuve ciclos regulares durante dos años antes de que se detuvieran por completo a los 15 años. Mi médico en ese momento me recetó píldoras anticonceptivas y como de esa forma tuve un periodo falso, me consideró curada.
Sin embargo, cada vez que dejaba de usar anticonceptivos, dejaba de tener periodos. No descubrí el diagnóstico hasta que me mudé de mi pequeño pueblo natal a los 22 años y vi a un médico diferente. Tenía SOP. Un “anillo de perlas” en los ovarios. Los niveles de testosterona y progesterona estaban ligeramente elevados, afortunadamente no tenía ningún tumor en el cerebro que presionara la glándula pituitaria, pero me diagnosticó SOP. Me sentí muy aliviada de ponerle un nombre a mi afección, pero desafortunadamente, los médicos me dijeron que solo podían ayudar con los síntomas y no curarla. Me sentí desesperanzada.
Soy una persona que valoro estar sana y me esfuerzo por llevar un estilo de vida saludable, incluso antes del diagnóstico. Siempre comía comida casera, una dieta equilibrada y odiaba los dulces, ni siquiera me gustaban los jugos de frutas. Echando la vista atrás, veo los defectos de mi alimentación. No comía alimentos procesados azucarados, pero comía pan y galletas saladas como refrigerios, y papas fritas o palomitas de maíz como comida chatarra para las noches de cine.
También al ser el tipo de víctima andrógina de SOP en vez del tipo con sobrepeso, sucumbir a los carbohidratos no hacía que mi peso cambiara, así que nunca controlé su ingesta. Sentía que el estilo de vida que llevaba no podía ser más saludable, y estaba confundida sobre por qué desarrollé el SOP. Sin embargo, comenzó mi búsqueda para encontrar una solución natural para curar mi cuerpo. Darle a mi cuerpo lo que le faltaba o deshacerme de algo que le hiciera daño.
Dos años después del diagnóstico, conocí a mi marido. Ambos queríamos estar y sentirnos más saludables, así que probamos el veganismo. Poco después de volverme vegana y viajar a otro país, sufrí una infección de vejiga. Tomé un antibiótico y ahí fue cuando ocurrió la “necesidad de alivio inmediato”. Estuve enferma todo el tiempo después del antibiótico. Sufría resfriado tras resfriado, infección tras infección, herpes labial, inflamación aleatoria y esporádica en los ojos, problemas digestivos y un dolor persistente en el estómago, y probablemente más cosas.
Los médicos se creían mis síntomas, pero todas las pruebas que hicieron dieron negativo. No era celiaca (aunque ya NO podía tolerar el trigo), no tenía un parásito y no tenía C. difficile. En Canadá no tienen laboratorios para analizar la presencia de cándida en las heces, que ahora es lo que creo que tenía y que me causaba tanta angustia digestiva y síntomas molestos y aleatorios.
Después de un año (sí, fue uno de los peores momentos de mi vida), mi suegra me mostró su nuevo libro de cocina Keto Diet. En las primeras dos páginas, hablaban sobre cómo se puede usar la dieta cetogénica para curar el SOP y la cándida, algo que estaba convencida de tener. Estaba tan contenta de encontrar finalmente una solución que fui a la librería ese día y compré un libro de cocina keto.
Esa noche hicimos una receta (salsa de hamburguesa con aguacate), pero a la mañana siguiente todavía me sentía mal, como siempre en esos días. Dejé la dieta cetogénica y puse el libro de cocina en el estante. Pero aun así pensé que podría ser conveniente reducir los cereales, almidones y azúcares. Así que, traté de mantener viva mi dieta vegana pero sin los tubérculos ni los cereales. No seguí un plan de comidas ni experimenté ningún alivio. Además siempre tenía hambre y sentía algo de culpa por no comer nunca una comida voluptuosa preparada para mi familia o por no comer nada cuando salíamos.
Al investigar más sobre la dieta cetogénica, como siempre hago, encontré el reto keto de dos semanas de Diet Doctor. Me apunté y me lo tomé en serio. No tenía nada que perder, ya estaba enferma, y no hacía comidas deliciosas. Merecía la pena intentarlo en serio. Y valió la pena. Nunca había tenido un ciclo natural en diez años, como ya he mencionado, y después de tres días de seguir la dieta keto, me vino el periodo.
Lo que realmente sucedió fue que seguí la dieta de forma estricta durante tres días, y en la tercera noche pensé que me iba a morir. Conocía la gripe keto, por lo que intenté “soportarla”, pero no pude controlar los síntomas, así que me comí una bolsa entera de palomitas de maíz. Para mi sorpresa, me desperté y me había venido el periodo. Me pareció extraño porque me había llenado de carbohidratos la noche anterior, pero mi cuerpo ya debía de haber hecho lo que se supone que debe hacer en ese momento. Tres días ricos en grasa fueron suficientes para darme un ciclo natural. Algo que no sucedió de forma natural durante diez años.
Continué siguiendo el reto keto de dos semanas de forma religiosa. Después me sentí genial. Cuando el reto terminó, saqué el libro de cocina de la estantería y lo exhibí junto a la cocina. Ahora también sigo un plan de comidas del libro. El siguiente periodo me vino dos meses después. Creo que mi cuerpo aún se está curando y todavía estoy en un viaje de salud natural. También uso una aplicación para llevar un seguimiento de los macronutrientes y continúo sin comer tubérculos, cereales ni azúcares.
He leído mucho sobre la dieta cetogénica y entiendo la ciencia básica que la fundamenta, pero todavía no sé por qué o cómo tuve un período después de tres días con una dieta alta en grasas después de diez años de no tenerlo de forma natural. Todo lo que sé es que ocurrió, y estoy agradecida para siempre de haber encontrado esta dieta. Además, las comidas estaban deliciosas. Incluso a mi marido, que es muy exigente, le gustaron. Le gustaron la ensalada de atún, el pescado al curry tailandés y la frittata de queso de cabra.
Bethany
Comentario
Vaya recorrido, Bethany. ¡Gracias por compartir tu historia y tus útiles consejos!
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Sería genial si pudieras incluir información sobre qué comes en un día típico, si practicas o no ayuno intermitente, etc.