La ciencia de la dieta baja en carbos y cetogénica
- Pérdida de peso
- Factores de riesgo metabólico
- Cardiopatías, colesterol y grasas saturadas
- Diabetes tipo 2
- Diabetes tipo 1
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- Para médicos
- Política para las guías basadas en evidencia
- Política de la evidencia científica
También hay otras evidencias que sugieren que el miedo a las grasas saturadas naturales ha sido un error, y que no parecen existir beneficios de la dieta baja en grasas en la salud general o la pérdida de peso.1 .
Pérdida de peso
El hecho de que las dietas bajas en carbohidratos son superiores para la pérdida de peso sigue siendo un tema polémico. Sin embargo, si observamos las investigaciones de gran calidad realizadas hasta la fecha, queda claro que, en general, la restricción de carbohidratos supera a las dietas bajas en grasa para la pérdida de peso.
Existen al menos 31 estudios científicos modernos de la mayor calidad (ECA o ensayos controlados aleatorizados) que muestran una pérdida de peso mucho más pronunciada con las dietas bajas en carbohidratos según los últimos informes realizados en la entidad Public Health Collaboration UK (Colaboración sobre Salud Pública del Reino Unido). ¿Hay estudios que muestren lo contrario? Cero.
Los ECA muestran una pérdida de peso mucho más pronunciada con las dietas bajas en carbohidratos en comparación con otras dietas
- New England Journal of Medicine 2008: Pérdida de peso con una dieta baja en carbohidratos, mediterránea o baja en grasas [evidencia moderada]Se realizó un estudio de dos años en el que 322 personas fueron asignadas de manera aleatoria a seguir una dieta mediterránea, una dieta baja en grasas o una dieta baja en carbohidratos. Al final del estudio, el grupo que comió bajo en carbohidratos había perdido más peso que el resto, incluso habiéndoles permitido comer tanta comida baja en carbos como quisieron para sentirse satisfechos, mientras que los otros dos grupos siguieron una dieta con restricción de calorías.
- Annals of Internal Medicine 2014: Efectos de las dietas bajas en carbohidratos y las dietas bajas en grasa: un ensayo aleatorizado. [evidencia moderada]En este estudio, 148 personas fueron asignadas de manera aleatoria a seguir una dieta baja en carbohidratos (menos de 40 gramos al día) o una dieta baja en grasas (menos del 30% del consumo diario de carbohidratos al día) durante un año. Además de perder 3,5 kg (7,7 libras) más que el grupo bajo en grasas, el grupo bajo en carbohidratos también tuvo una mejoría mayor en el colesterol HDL, triglicéridos y otros factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- Journal of the American Medical Association 2007: Comparación de las dietas Atkins, Zone, Ornish y LEARN en el cambio de peso y factores de riesgo relacionados entre mujeres premenopáusicas y con sobrepeso. El estudio de la pérdida de peso de la A a la Z: un ensayo aleatorizado [evidencia moderada]En uno de los ensayos sobre pérdida de peso más conocidos (al que se le suele llamar “el estudio de la A a la Z”, se asignó de forma aleatoria a un grupo de mujeres premenopáusicas con sobrepeso una dieta baja en carbohidratos (Atkins), moderada en carbohidratos (Zone), baja en grasa (Ornish), o una dieta baja en calorías con control de las porciones (LEARN) durante un año. Al final del estudio, las mujeres del grupo bajo en carbohidratos habían perdido el doble del peso (4,7 kg o 10,3 lbs) que los grupos Ornish y LEARN y casi tres veces más que las mujeres del grupo Zone.
- Nutrition & Diabetes 2017: Resultados de doce meses de un ensayo aleatorizado de una dieta moderada en carbohidratos en comparación con una dieta muy baja en carbohidratos en adultos con sobrepeso y diabetes mellitus de tipo 2 o prediabetes [evidencia moderada]
- Applied Physiology, Nutrition, and Metabolism 2017: Una dieta baja en carbohidratos y alta en grasas de 12 semanas mejora los resultados de salud metabólicos sobre una dieta control en un ensayo controlado aleatorizado en personal de defensa con sobrepeso [evidencia moderada]
- Obesity (Silver Spring) 2017: Las mujeres con deficiencia gustativa PROP pierden más peso si siguen una dieta baja en carbohidratos en comparación con una dieta baja en grasa en un ensayo controlado aleatorizado [evidencia moderada]
- Journal of Medical Internet Research 2017: Intervención online que compara la dieta cetogénica muy baja en carbohidratos y recomendaciones de estilo de vida en comparación con una dieta del método del plato en personas con sobrepeso y diabetes tipo 2: un ensayo controlado aleatorizado [evidencia moderada]
- Diabetes & Metabolic Syndrome 2017: Cetosis inducida y controlada dietaria como regulador de las patologías de la obesidad y el síndrome metabólico [evidencia moderada]
- Clinical Nutrition 2017: Un ensayo controlado aleatorizado de una dieta baja en carbohidratos (130 g al día) en la diabetes tipo 2 con pobre control glucémico [evidencia moderada]
- The Journal of Nutrition 2015: Una dieta baja en carbohidratos y alta en grasas reduce la grasa abdominal e intermuscular y aumenta la sensibilidad a la insulina en adultos con riesgo de diabetes tipo 2 [evidencia moderada]
- PloS One 2014: Un ensayo piloto aleatorizado de una dieta con carbohidratos moderados en comparación con una dieta muy baja en carbohidratos en personas con sobrepeso u obesas con diabetes mellitus de tipo 2 o prediabetes [evidencia moderada]
- Journal of Pediatric Endocrinology and Metabolism 2012: Impacto metabólico de la dieta cetogénica en comparación con una dieta hipocalórica en niños y adolescentes obesos [evidencia moderada]
- Obesity (Silver Spring) 2011: Cambios en la adiponectina en relación con la composición de macronutrientes en una dieta de pérdida de peso [evidencia moderada]
- The Journal of Pediatrics 2010: Eficacia y seguridad de una dieta alta en proteínas y baja en carbohidratos para la pérdida de peso en adolescentes con obesidad extrema [evidencia moderada]
- Lipids 2009: La restricción de carbohidratos tiene un impacto más favorable en el síndrome metabólico que una dieta baja en grasas [evidencia moderada]
- Obesity 2009: Efectos de una dieta baja en carbohidratos sobre la capacidad y tolerancia al ejercicio en personas obesas [evidencia moderada]
- The American Journal of Clinical Nutrition 2008: Efectos de la pérdida de peso por una dieta muy baja en carbohidratos en la función endotelial y en los marcadores de riesgo de enfermedad cardiovascular en personas con obesidad abdominal [evidencia moderada]
- Nutrition & Metabolism 2008: El efecto de una dieta baja en carbohidratos y cetogénica en comparación con una dieta de bajo índice glucémico en el control de la glucemia en la diabetes mellitus de tipo 2 [evidencia moderada]
- American Journal of Clinical Nutrition 2007: Las dietas de pérdida de peso altas y bajas en carbohidratos tienen efectos similares en el estado de ánimo [evidencia moderada]
- Diabetic Medicine 2007: Una dieta baja en carbohidratos es más efectiva en la reducción del peso que comer de forma saludable en personas con diabetes y sin diabetes [evidencia moderada]
- Diabetic Medicine 2006: Efectos a corto plazo de la recomendación de restricción dietética estricta de carbohidratos en la diabetes tipo 2: un ensayo controlado aleatorizado [evidencia moderada]
- Journal of the American Dietetic Association 2005: El hambre percibida es más baja y la pérdida de peso es mayor en mujeres premenopáusicas que siguen una dieta baja en carbohidratos/alta en proteínas en comparación con una dieta alta en carbohidratos/baja en grasas [evidencia moderada]
- Diabetologia 2005: Comparación de dietas altas en proteínas y altas en grasas con una dieta alta en carbohidratos en mujeres obesas con resistencia a la insulina [evidencia moderada]
- The Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism 2005: El papel del gasto energético en la pérdida de peso diferencial en mujeres obesas en dietas bajas en grasa y bajas en carbohidratos [evidencia moderada]
- Archives of Internal Medicine 2004: La dieta del programa nacional de educación sobre el colesterol en comparación con una dieta más baja en carbohidratos y más alta en proteínas y grasas monoinsaturadas. Un ensayo aleatorizado [evidencia moderada]
- Nutrition & Metabolism 2004: Comparación de dietas muy bajas en carbohidratos con restricción de calorías y las dietas bajas en grasas en la pérdida de peso y la composición corporal de hombres y mujeres con sobrepeso [evidencia moderada]
- Annals of Internal Medicine 2004: Una dieta baja en carbohidratos y cetogénica en comparación con una dieta baja en grasas para tratar la obesidad y la hiperlipidemia. Un ensayo controlado y aleatorizado [evidencia moderada]
- The Journal of Nutrition 2004: Dietas muy bajas en carbohidratos y bajas en grasas afectan los lípidos en ayunas y la lipemia postprandial de forma diferente en hombres con sobrepeso [evidencia moderada]
- The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism 2003: Un estudio aleatorizado que compara una dieta muy baja en carbohidratos con una dieta baja en grasas con restricción de calorías sobre el peso corporal y los factores de riesgo cardiovascular en mujeres saludables [evidencia moderada]
- The New England Journal of Medicine 2003: Una dieta baja en carbohidratos en comparación con una dieta baja en grasas sobre la obesidad severa [evidencia moderada]
- The Journal of Pediatrics 2003: Efectos de una dieta baja en carbohidratos sobre la pérdida de peso y el factor de riesgo cardiovascular en adolescentes con sobrepeso [evidencia moderada]
Comentario sobre los ECA
Todos los estudios citados anteriormente muestran una pérdida de peso más significativa en el grupo al que se le recomendó comer una dieta baja en carbohidratos (Atkins en la mayoría de casos). Que nosotros sepamos, nunca ha sucedido lo contrario: una dieta baja en carbohidratos nunca ha perdido significativamente una batalla de dietas con respecto a la pérdida de peso. Esto significa que el récord de victorias de la recomendación de la dieta baja en carbohidratos con respecto a la de la dieta baja en grasa y baja en calorías es 31 a 0.
Si sabes de alguna excepción, puedes dejarla en comentarios.
Metanálisis
Varios metanálisis de ECA (considerados como el tipo de evidencia más sólida y fuerte) han llegado a la misma conclusión que los ensayos individuales anteriormente citados.
Aquí mostramos dos ejemplos recientes que muestran una pérdida de peso mucho mayor en dietas bajas en carbohidratos en comparación con las dietas bajas en grasas:
PLoS One 2015: Intervención dietética para adultos con sobrepeso y obesos: comparación de dietas bajas en carbohidratos y bajas en grasas. Un metanálisis [evidencia sólida] Más información (en inglés)
The British Journal of Nutrition 2016: Efectos de las dietas bajas en carbohidratos en comparación con las dietas bajas en grasas y los factores de riesgo cardiovascular: un metanálisis de ensayos controlados aleatorizados [evidencia sólida] Más información
La dieta baja en carbohidratos no solo implica una pérdida de peso mucho mayor en comparación con otras dietas, sino que también se traduce en más pérdida de grasa, especialmente cuando los carbohidratos se limitan a 50 gramos diarios:
Obesity Reviews 2016: Impacto de la dieta baja en carbohidratos en la composición corporal: metanálisis de estudios controlados aleatorizados [evidencia sólida]
El fracaso de las dietas bajas en grasas
Un artículo reciente en la prestigiosa revista The Lancet resume los ensayos científicos más importantes sobre la pérdida de peso con bajo contenido de grasa. ¿La conclusión? No hay evidencia de que una alimentación con bajo contenido de grasa ayude a perder peso, en comparación con cualquiera otra recomendación en la dieta.
De hecho, dar cualquier otra recomendación sobre la dieta tiende a ser mejor, siendo la recomendación opuesta (una dieta baja en carbos con más grasa) en la que las personas, según los estudios, pierden significativamente más peso. Conoce más (en inglés)
The Lancet 2015: Efecto de las intervenciones con una dieta baja en grasa versus otras intervenciones de dieta en el cambio de peso a largo plazo en adultos: una revisión sistemática y metanálisis [evidencia sólida]
Pérdida de peso y factores de riesgo
Una revisión realizada en 2012 de todos los ensayos más importantes sobre dietas bajas en carbohidratos mostró una mejora en el peso Y una mejora en todos los factores de riesgo principales en cardiopatías:
Obesity Reviews 2012: Revisión sistemática y metanálisis de ensayos clínicos de los efectos de dietas bajas en carbohidratos en los factores de riesgo cardiovascular [evidencia sólida]
Videos sobre low carb
Pérdida de peso
Factores de riesgo metabólico
Las dietas con carbohidratos bajos muestran claramente resultados superiores para todos los indicadores comunes del “síndrome metabólico”, es decir, peso, azúcar en sangre, presión arterial y perfil de colesterol relacionado con la dislipidemia metabólica (HDL y triglicéridos).
Estos factores están fuertemente relacionados con el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, enfermedades del corazón, derrames cerebrales, demencia e incluso cáncer 2. Por lo tanto, el hecho de que podamos mejorarlos todos con una sola intervención en el estilo de vida (reducir la ingesta de carbohidratos) es claramente muy importante.
Resumen de ensayos controlados no aleatorios
A continuación, se presenta un resumen de los resultados de docenas de estudios y metanálisis que comparan dietas bajas en carbohidratos o bajas en grasas, mientras se realiza un seguimiento del peso y otros factores de riesgo.
Los recuadros azules (bajos en carbohidratos) o rojos (bajos en grasa) representan una ventaja estadísticamente significativa. Los recuadros de color azul o rojo pálidos significan una tendencia no significativa hacia la superioridad de uno de los dos.
Como se puede ver arriba, las dietas bajas en carbohidratos superan repetidamente las bajas en grasas en todos los factores metabólicos. Por otro lado, el bajo contenido de grasa puede resultar en un colesterol total y LDL algo más bajos.
Sin embargo, dado que todos los factores metabólicos (incluido el HDL) favorecen a los carbohidratos bajos, hasta las mejores mediciones del riesgo asociado al colesterol (como el colesterol total / HDL) favorecen entonces a los carbohidratos bajos, además de mostrar una clara victoria en la presión arterial, el azúcar en la sangre y el peso (que incluyen medidas de cintura).
Enlaces a referencias
Aquí hay enlaces a todos los estudios anteriores, ordenados de los más antiguos a los más recientes. Todos los estudios están en inglés:
Brehm -03, Foster -03, Samaha -03, Sondike -03, Aude -04, Volek -04, Meckling -04, Yancy -04, Stern -04, McAuley -05, Nickols-R -05, Dansinger -05, Daly -06, Truby -06, Gardner -07, Ebbeling -07, Halyburton -07, Dyson -07, Westman -08, Keogh -08, Shai -08, Tay -08, Davis -09, Bradley -09, Volek -09, Sacks -09, Brinkworth -09, Jenkins -09, Frisch -09, Elhayany -10, Iqbal -10, Lim -10, Hernandez -10, Yancy -10, Foster -10, Krebs -10, Goldstein -11, Summer -11, Guldbrand -12, Partsalaki -12, Ruth -13, Yamada -14, Saslow -14, Bazzano -14, Tay -15, Saslow -17, Gardner -18.
Enlaces a los metanálisis:
Nordmann -06, Hession -08, Sackner-B -15, Tobias -15, Mansoor -16.
Metanálisis
El efecto de las dietas bajas en carbohidratos en el perfil del colesterol se ha demostrado en un reciente estudio sistemático y metanálisis de ECA en adultos obesos y con sobrepeso. El colesterol HDL y los triglicéridos tuvieron una gran mejora en la mayoría de quienes siguieron dietas bajas en carbohidratos y cetogénicas con menos de 50 gramos de carbohidratos al día:
Nutrition Reviews 2019: Efectos de las dietas con restricción de carbohidratos sobre los niveles de colesterol de lipoproteína de baja intensidad en adultos obesos y con sobrepeso: un estudio sistemático y metanálisis [evidencia sólida]
Enfermedades del corazón, colesterol y grasas saturadas
A pesar de medio siglo de investigación, todavía no hay evidencia de que la grasa natural saturada (como la mantequilla, los huevos, etc.) no sea completamente segura para comer desde una perspectiva de la salud3
En un análisis reciente, 19 destacados investigadores concluyeron que es erróneo seguir perpetuando la recomendación general de reducir el consumo de grasa saturada, ya que la evidencia ya no la respalda.4
Otro análisis reciente en el sector publicado en BMJ Evidence-Based Medicine concluyó lo siguiente: “La preponderancia de evidencia indica que las dietas bajas en grasa que reducen el colesterol sérico no reducen los eventos o mortalidad cardiovascular. En concreto, las dietas que reemplazan la grasa saturada con grasas poliinsaturadas no reducen de forma convincente los eventos o mortalidad cardiovasculares. Estas conclusiones contrastan con la opinión actual.”5
Echa un vistazo a los estudios sistemáticos más recientes de toda la evidencia.
Un estudio sistemático de estudios de cohorte y ECAs realizado en 2009 que investigó las relaciones entre factores dietéticos y cardiopatías concluyó que “No hay evidencia suficiente de que existe una asociación en el consumo de… ácidos grasos saturados y poliinsaturados; grasa total…carne, huevos y leche”:
Archives of Internal Medicine 2009: Un estudio sistemático de la evidencia respalda un enlace causal entre los factores dietéticos y cardiopatías coronarias [evidencia moderada]
De igual modo, una revisión de estudios de cohorte de 2010 concluyó que “…no hay evidencia suficiente para concluir que la grasa saturada dietética esté asociada con un mayor riesgo de enfermedad coronaria o enfermedades cardiovasculares.
The American Journal of Clinical Nutrition 2010: Metanálisis de estudios de cohorte prospectivos que evalúan la asociación entre grasa saturada y enfermedades cardiovasculares [evidencia moderada]
Algunos metanálisis de estudios observacionales de 2015 y 2017 llegaron a las mismas conclusiones sobre la falta de asociación entre la grasa saturada y cardiopatías:
British Medical Journal 2015: El consumo de ácidos grasos no saturados y trans insaturados y el riesgo de mortalidad por todas las causas, enfermedad cardiovascular, y diabetes tipo 2: revisión sistemática y metanálisis de estudios observacionales [evidencia moderada]
British Journal of Sports Medicine 2017: La evidencia de estudios de cohorte prospectivos no respalda las directrices dietéticas actuales sobre la grasa: una revisión sistemática y metanálisis [evidencia moderada]
Si miramos los estudios sistemáticos de ECA, no existe aún evidencia convincente de que la grasa saturada sea dañina.
En dos de estos estudios, los investigadores concluyeron que reemplazar las grasas saturadas con grasas no saturadas podría reducir ligeramente el riesgo de sufrir un ataque al corazón y otros accidentes cardiovasculares en cerca de un 14 al 19 por ciento:
Cochrane Database of Systematic Reviews 2011: La grasa dietética reducida o modificada para prevenir la enfermedad cardiovascular [evidencia sólida]
PloS Med 2010: Efectos sobre la cardiopatía coronaria por el aumento de la grasa poliinsaturada en lugar de la grasa saturada: un estudio sistemático y metanálisis de ensayos controlados aleatorizados [evidencia sólida]
Sin embargo, muchos otros estudios sistemáticos más recientes de ECA no han mostrado ninguna reducción en el riesgo de enfermedades cardiovasculares a raíz de sustituir las grasas saturadas con grasas no saturadas:
Nutrition Journal 2017: El efecto de reemplazar la grasa saturada con grasa poliinsaturada predominantemente n-6 en las cardiopatías coronarias: un metanálisis de ensayos controlados aleatorizados [evidencia sólida]
Open Heart 2016: La evidencia de ensayos controlados aleatorizados no apoya las directrices actuales sobre grasa dietética: un estudio sistemático y metanálisis [evidencia sólida]
Annals of Internal Medicine 2014: Asociación de ácidos grasos dietéticos, circulantes y suplementarios con el riesgo coronario: un estudio sistemático y metanálisis [evidencia sólida]
British Medical Journal 2013: Ácidos grasos dietéticos en la prevención secundaria de la cardiopatía coronaria: un estudio sistemático, metanálisis y metarregresión. [evidencia sólida]
Pero, un momento, ¿qué hay específicamente acerca de la mantequilla y otros lácteos altos en grasa? Bien, hay cierta evidencia interesante de que la gente que las consumen podría ser, si cabe, más delgada y saludable que las demás.
En 2012, los investigadores exploraron la relación entre los lácteos enteros, la salud cardíaca y peso concluyeron que la “evidencia observacional no respalda la hipótesis de que la grasa láctea o los alimentos altos en grasa láctea contribuyan a la obesidad o al riesgo cardiometabólico”.
European Jornal of Nutrition 2012: Relación entre el consumo de lácteos altos en grasa y la obesidad, las enfermedades cardiovasculares y metabólicas [evidencia moderada]
Esto significa que la base científica de las recomendaciones dietéticos de comer bajo en grasa se ha derrumbado.
La recomendación dietética de comer bajo en grasas se ha convertido en un castillo de naipes sin mucho que la respalde. Es solo cuestión de tiempo antes de que esto sea evidente para casi todos.
Aprende más: Guía sobre la grasa saturada (en inglés)
Las grasas poliinsaturadas y el Estudio de la Dieta Sydney para el Corazón
La recomendación de reemplazar las grasas saturadas con poliinsaturadas (para reducir el riesgo de enfermedad cardíaca) es controvertida y la evidencia es inestable, en su mayoría son estudios muy antiguos con muchas debilidades. Una reevaluación de uno de estos, el Estudio de la Dieta Sydney para el Corazón, descubrió datos no publicados previamente que muestran un mayor riesgo de muerte y enfermedad cardíaca en el grupo que ingiere grasas omega 6 poliinsaturadas.
Al incluir estos datos en un metanálisis de todos los estudios, hay una tendencia casi significativa hacia el aumento de la enfermedad cardíaca y la muerte por enfermedad cardíaca cuando se reemplazan las grasas saturadas con grasas omega 6 poliinsaturadas. Ciertamente, no parece tener ningún beneficio para la salud.
British Medical Journal 2013: Uso de ácido linoleico en la dieta para la prevención secundaria de la enfermedad coronaria y la muerte: evaluación de los datos recuperados del Estudio de la Dieta Sydney para el Corazón y metanálisis actualizado [evidencia sólida]
El estudio PURE
¿Podría matarte una dieta baja en grasa? Un estudio reciente publicado en la prestigiosa revista médica The Lancet es otro revés a nuestras actuales pautas alimenticias graso-fóbicas y llenas de carbohidratos.
Encontraron que las personas que comían más carbohidratos murieron antes. Una mayor ingesta de grasa, por otro lado, se vinculó a vidas más largas. Esto fue cierto independientemente de si la grasa estaba insaturada o saturada: el alto consumo de todas las grasas estaba vinculado a una vida más larga.
Aunque se trata de un estudio observacional y, por lo tanto, no puede demostrar que comer menos carbohidratos y más grasa aumente la longevidad, el autor concluye: “Las directrices dietéticas globales deberían reconsiderarse en vista de estos hallazgos”. Más información
The Lancet 2017: Asociaciones de la ingesta de grasas y carbohidratos con la enfermedad cardiovascular y la mortalidad en 18 países de los cinco continentes (PURE): un estudio de cohorte prospectivo [evidencia débil]
Criterios de valoración difíciles con la dieta baja en carbohidratos
La mayoría de los estudios de las dietas bajas en carbohidratos solo rastrean los factores de riesgo para enfermedades del corazón y no son lo suficientemente grandes como para rastrear algunos criterios de valoración difíciles como los resultados reales de salud, por ejemplo, el riesgo de un ataque al corazón. Pero hay un estudio ECA que rastreó los signos de aterosclerosis carotídea durante 2 años de recomendaciones para el consumo de una dieta baja en carbohidratos y alta en grasas (Atkins).
¿El resultado? Hubo una regresión significativa del volumen medible de la pared del vaso carotideo, lo que implica una reducción de la aterosclerosis. Una posible explicación, según los investigadores, fue la pérdida de peso y la reducción de la presión arterial a raíz del cambio en la dieta.
Circulation 2010: Intervención dietética para revertir la aterosclerosis carotídea [evidencia moderada]
Más
The Nutrition Coalition: La controvertida ciencia de las grasas saturadas (en inglés)
Videos low carb
Las grasas, el colesterol y las pautas dietéticas
Diabetes tipo 2
El fracaso del tratamiento convencional
El tratamiento convencional, basado en la recomendación corriente sobre el estilo de vida (comer menos, correr más) y la medicación intensiva de los niveles de glucosa en la sangre han fracasado estrepitosamente. No menos de siete ensayos controlados aleatorios han demostrado que estos medicamentos no reducen la enfermedad cardíaca, la principal causa de muerte de las personas con diabetes.
A veces, incluso se tuvo que detener estos ensayos, debido a que los medicamentos no solo producen un aumento de peso y más efectos secundarios, sino que también matan a más personas que simplemente dejar que sea alta la glucosa en la sangre6
Dieta baja en carbohidratos: estudios
Se ha reconocido en varios estudios sistemáticos y metanálisis la ventaja de una dieta baja en carbohidratos en la diabetes tipo 2. Aquí hay dos ejemplos recientes (en inglés):
Diabetes Research and Clinical Practice 2018: Efecto de la restricción de carbohidratos en la dieta sobre el control glucémico en adultos con diabetes: Una revisión sistemática y metanálisis [evidencia sólida]
BMJ Open Diabetes Research and Care 2017: Revisión sistemática y metanálisis de la restricción de carbohidratos en la dieta en pacientes con diabetes tipo 2 [evidencia sólida]
Un metanálisis de 2017 puso en evidencia que la dieta baja en carbohidratos reduce la necesidad de medicación Y mejora los marcadores de salud (HbA1c, HDL, triglicéridos y presión arterial). Las conclusiones de los autores son que: “La reducción de carbohidratos en la dieta puede producir mejoras clínicas en el tratamiento de la diabetes tipo 2”:
European Journal of Clinical Nutrition 2017: La interpretación y el efecto de una dieta baja en carbohidratos en el tratamiento de la diabetes tipo 2: una revisión sistemática y un metanálisis de ensayos controlados aleatorios [evidencia sólida]
Aquí hay otra revisión de la evidencia detrás de los carbohidratos bajos en el tratamiento de la diabetes tipo 2, escrita por expertos que generalmente están a favor de la idea (en inglés):
Nutrition 2015: La restricción de carbohidratos en la dieta como el primer enfoque en el tratamiento de la diabetes: Revisión crítica y base de evidencia [estudio no sistemático]
Ensayos aleatorizados
A continuación se citan cinco ECA que demuestran los beneficios de las dietas bajas en carbohidratos en personas con diabetes tipo 2:
Nutrients 2018: El efecto de la dieta baja en carbohidratos en el control glucémico en pacientes con diabetes tipo 2 [evidencia moderada]
Nutrition & Diabetes 2017: Resultados de doce meses de un ensayo aleatorizado de una dieta moderada en carbohidratos en comparación con una dieta muy baja en carbohidratos en adultos con sobrepeso con diabetes mellitus de tipo 2 o prediabetes [evidencia moderada]
Diabetes Care 2014: Una dieta muy baja en carbohidratos y baja en grasa saturada en la gestión de la diabetes tipo 2: un ensayo aleatorizado [evidencia moderada]
Nutrition & Metabolism 2008: El efecto de una dieta baja en carbohidratos y cetogénica en comparación con una dieta de bajo índice glucémico en el control glucémico de la diabetes mellitus de tipo 2 [evidencia moderada]
Diabetic Medicine 2004: Efectos a corto plazo de la restricción estricta de carbohidratos para la diabetes tipo 2: un ensayo controlado aleatorizado. [evidencia moderada]
Ensayos no aleatorizados
Un estudio sobre una dieta baja en carbohidratos cetogénica de Virta Health en el que participaron alrededor de 330 personas, halló que, al cabo de un año, el 97 por ciento de los pacientes habían reducido o incluso detenido (!) el uso de insulina. Además, el 58 por ciento dejó de tener el diagnóstico de diabetes, lo que significa que habían logrado revertir la enfermedad.
Estos resultados hacen que sea falsa la idea de que la enfermedad es crónica, progresiva e irreversible. Es una enfermedad reversible cuando se utiliza un tratamiento efectivo de estilo de vida. Más información (en inglés)
Diabetes Therapy 2018: Efectividad y seguridad de un modelo de atención novedoso en el tratamiento de la diabetes tipo 2 en 1 año: un estudio controlado, no aleatorizado y de etiqueta abierta. [evidencia débil]
Frontiers in Endocrinology 2019: Efectos a largo plazo de una novedosa intervención de atención a distancia y continua que incluye la cetosis nutricional en la gestión de diabetes tipo 2: un ensayo clínico no aleatorizado de 2 años [evidencia débil]
El estudio más largo publicado hasta la fecha sobre los carbohidratos bajos para la diabetes mellitus tipo 2, es un ensayo de intervención no aleatorizado de una dieta con un 20% de carbohidratos para personas con obesidad y diabetes tipo 2. El estudio muestra buenos resultados en A1c, peso y reducción de los medicamentos para la diabetes a lo largo de 44 meses de seguimiento:Nutrition & Metabolism 2008: Dieta baja en carbohidratos en la diabetes tipo 2: mejoría estable del peso corporal y control glucémico durante 44 meses de seguimiento [evidencia débil]
En un ensayo de intervención de 24 semanas en personas con obesidad y diabetes tipo 2, se les permitió seleccionar una dieta cetogénica baja en carbohidratos o una dieta baja en calorías. La dieta keto resultó en una mayor pérdida de peso y un mejor control de la glucosa:
Nutrition 2012: Efecto de la dieta cetogénica baja en calorías versus baja en carbohidratos en la diabetes tipo 2 [evidencia débil]
Más información: Cómo corregir la diabetes tipo 2
Videos sobre low carb
Diabetes tipo 2
Diabetes tipo 1
Los autores de un estudio sistemático de dietas bajas en carbohidratos en la diabetes tipo 1 concluyeron que existe una necesidad urgente de llevar a cabo más ensayos controlados aleatorizados y otros estudios de gran calidad en este sector:
PLOS One 2018: Dietas bajas en carbohidratos para la diabetes mellitus tipo 1: Una revisión sistemática [evidencia moderada]7
Está claro que, en comparación con la gran evidencia que respalda las dietas bajas en carbohidratos y cetogénicas para la diabetes tipo 2, la investigación sobre la restricción de carbohidratos para la diabetes tipo 1 lamentablemente es escasa. Sin embargo, mientras esperamos a los resultados de los ECA que se están realizando en la actualidad, podemos citar otros resultados bastante motivadores sobre las dietas bajas en carbohidratos en las personas con diabetes tipo 1.
Ensayos aleatorizados
Los ensayos controlados muestran que las personas con diabetes tipo 1 que limitan el consumo de carbohidratos a 50 o 100 gramos al día experimentan un azúcar en sangre más estable y menos episodios de hipoglucemia en comparación con las personas que llevan una dieta más alta en carbohidratos, con el añadido positivo de la pérdida de peso en las personas que tienen sobrepeso:
Diabetes, Obesity and Metabolism 2019: Dietas bajas en carbohidratos en comparación con las dietas altas en carbohidratos en la diabetes tipo 1: un estudio cruzado de 12 semanas aleatorizado y de etiqueta abierta [evidencia moderada]
Más información (en inglés)
Diabetes, Obesity and Metabolism 2017: Efectos a corto plazo de la dieta baja en carbohidratos sobre las variables glucémicas y los marcadores de riesgo cardiovascular en pacientes con diabetes tipo 1: un ensayo cruzado de etiqueta abierta y aleatorizado [evidencia moderada]
Asia Pacific Journal of Clinical Nutrition 2016: Un ensayo aleatorizado de la factibilidad de una dieta baja en carbohidratos en comparación con una dieta estándar con conteo de carbohidratos en adultos con diabetes tipo 1 teniendo en cuenta el peso corporal [evidencia moderada]
Estudios no controlados
También existen muchos estudios no controlados que, a pesar de ser considerados como evidencia débil, demuestran excelentes resultados en “el mundo real” para personas con diabetes tipo 1 que siguen una dieta baja en carbohidratos a largo plazo.
Este estudio demuestra que los pacientes de diabetes tipo 1 que siguen una dieta baja en carbohidratos y alta en proteínas obtienen, en general, resultados excepcionales, menor índice de complicaciones importantes, y los niños que la siguen durante años no muestran signos de que afecte a su crecimiento. Más información (en inglés)
Pediatrics 2018: Gestión de la diabetes tipo 1 con una dieta muy baja en carbohidratos [evidencia débil]
Finalmente, un grupo de médicos suecos reportó que sus pacientes con diabetes tipo 1 que seguían una dieta baja en carbohidratos continuaba teniendo mejoras significativas en el azúcar en sangre, HbA1c y en la reducción de la hipoglucemia después de un año. Además, los efectos persistían al cabo de 4 años en los pacientes que continuaban con la dieta:Upsala Journal of Medical Sciences 2005: Una dieta baja en carbohidratos en diabetes tipo 1: experiencia clínica: un breve – informe. [evidencia débil]
Diabetology & Metabolic Syndrome 2012: Dieta baja en carbohidratos en la diabetes tipo 1, mejora y adherencia a largo plazo: una auditoría clínica [evidencia débil]
Más información
Diabetes tipo 1: Cómo controlar tu azúcar en sangre con menos carbohidratos
Seguridad a largo plazo de la dieta baja en carbohidratos
Existen muchos mitos y miedos sobre los efectos a largo plazo de la dieta baja en carbohidratos. Sin embargo, no hay ninguna evidencia sólida de que existe riesgo alguno, que nosotros sepamos. Es más, muchos de estos miedos ya han sido disipados.
Salud ósea
Algunas personas se han preocupado mucho por los riesgos percibidos de la ingesta de proteínas en el equilibrio ácido-base del cuerpo y sobre cómo eso podría afectar a los huesos. Esto es claramente un mito. El pH interno del cuerpo (en la sangre) está firmemente regulado y no se ve afectado significativamente por lo que comemos.8
En relación con la salud ósea, el último metanálisis autorizado por la Fundación Internacional de la Osteoporosis ha dejado las cosas claras: “No existe ninguna evidencia de que la carga acídica derivada de la dieta sea perjudicial para la salud ósea. Por tanto, el consumo insuficiente de proteína dietética podría ser un problema más grave que el exceso de proteína en las personas mayores”.
Osteoporosis International 2018: Beneficios y seguridad de la proteína dietética para la salud ósea: un documento de consenso entre expertos [revisión no sistemática]
Este es un metanálisis de ECA y estudios de cohorte que concluyen que un consumo más alto de proteína no daña la salud ósea y podría ser beneficioso para prevenir la pérdida ósea:The American Journal of Clinical Nutrition 2017: Proteína dietética y salud ósea: una revisión sistemática y metanálisis de la Fundación Nacional de la Osteoporosis [evidencia moderada]
Finalmente, estos tres ensayos controlados muestran que la dieta baja en carbohidratos es completamente segura para los huesos, incluso si se sigue a largo plazo:Nutrition 2016: Efectos a largo plazo de una dieta de pérdida de peso muy baja en carbohidratos y una dieta baja en grasa isocalórica en la salud ósea en adultos obesos [evidencia moderada]
Annals of Internal Medicine 2010: Resultados en el peso y en el metabolismo tras 2 años en una dieta baja en carbohidratos en comparación con una dieta baja en grasas: un ensayo aleatorizado [evidencia moderada]
The Journal of Pediatrics 2010: Eficacia y seguridad de una dieta baja en carbohidratos y alta en proteína para la pérdida de peso en adolescentes con obesidad severa [evidencia moderada]
Epilepsia
Las dietas cetogénicas se han estudiado de forma exhaustiva en personas con epilepsia. De hecho, se recomienda esta dieta para personas que no responden a las medicaciones anticonvulsivas o que no toleran los efectos secundarios
Una extensa revisión de 16 estudios en adultos con epilepsia descontrolada halló que las dietas cetogénicas se toleran mejor a largo plazo y suelen traducirse en menos ataques epilépticos, o incluso en la ausencia total de los mismos en una minoría de casos:
Epilepsia Open 2018: La dieta cetogénica para el tratamiento de la epilepsia no tratable en adultos: metanálisis de estudios observacionales [evidencia débil]
Los ECA han mostrado que las dietas cetogénicas (incluida una versión más estricta conocida como la dieta Atkins modificada o MAD en sus siglas en inglés) son muy efectivas para controlar los ataques epilépticos en algunos (no todos) los niños y adultos con epilepsia:Epilepsia 2018: Efecto de la dieta Atkins modificada en adultos con epilepsia focal resistente a los medicamentos: un ensayo controlado aleatorizado [moderate evidence]
Acta Neurologica Scandinavica 2017: Un ensayo controlado aleatorizado de la dieta cetogénica en la epilepsia infantil refractaria [evidencia moderada]
Epilepsy Research 2016: Evaluación de la dieta Atkins modificada y simplificada para que la apliquen los padres con niveles de alfabetismo bajo en niños con epilepsia refractaria: un ensayo controlado aleatorizado [evidencia moderada]
Hígado graso
¿Puede la dieta baja en carbohidratos revertir el hígado graso? Un equipo de investigadores suecos publicó en 2017 un estudio en la revista Cell Metabolism. Las personas obesas que sufrían la enfermedad del hígado graso no alcohólico siguieron una dieta baja en carbohidratos sin restricción de calorías.
El autor principal, Jan Boren, de la Universidad de Gotemburgo, registró excelentes resultados sobre la restricción de carbohidratos en el hígado graso:
“Observamos reducciones rápidas y dramáticas de la grasa hepática y otros factores de riesgo cardiometabólico y se revelaron mecanismos moleculares subyacentes hasta ahora desconocidos”.
Cell Metabolism 2017: Una comprensión integrada de los rápidos beneficios metabólicos de una dieta restringida en carbohidratos para la esteatosis hepática en humanos [evidencia débil]
A pesar de que aún necesitamos más investigación en esta área, aquí mencionamos ensayos previos que muestran que las dietas bajas en carbohidratos y cetogénicas podrían ser beneficiosas para las personas con la enfermedad del hígado graso:American Journal of Clinical Nutrition 2011: Pérdida de peso a corto plazo y reducción de triglicéridos hepáticos: evidencia de una ventaja metabólica con la restricción de carbohidratos dietéticos [evidencia débil]
Journal of Medicinal Food 2011: El efecto de la dieta mediterránea española cetogénica en la enfermedad del hígado graso no alcohólico: un estudio piloto [evidencia débil]
Síndrome del ovario poliquístico
Debido a que el SOP está relacionado con el exceso de peso, altos niveles de insulina y otros problemas metabólicos, una dieta baja en carbohidratos debería ser ideal para revertir el síndrome del ovario poliquístico (SOP). De hecho, la dieta baja en carbohidratos es el único tratamiento que reduce los niveles de insulina (en inglés) y revierte los problemas metabólicos, entre los que se encuentra el SOP. Por lo tanto, una dieta baja en carbohidratos debería ser la base de cualquier tratamiento efectivo para el SOP.
En efecto, la ciencia disponible, que es poca, muestra grandes promesas:
- Un estudio de 2005 siguió a 11 mujeres con SOP mientras seguían una dieta baja en carbohidratos cetogénica durante seis meses. Las 5 mujeres que completaron el estudio tuvieron grandes mejoras en su peso, estado hormonal y cantidad de pelo corporal. Dos de ellas se quedaron embarazadas aun teniendo problemas de infertilidad previos:
Nutrition & Metabolism 2005: Los efectos de una dieta baja en carbohidratos y cetogénica en el síndrome del ovario poliquístico: un estudio piloto [evidencia débil]
- En un estudio de 2015, 24 mujeres con SOP que siguieron dietas que contenían unos 70 gramos de carbohidratos netos al día durante 12 semanas, experimentaron reducciones importantes en los niveles de insulina, resistencia a la insulina, triglicéridos y testosterona, además de perder una media de 19 libras (8,6 kg) al final del estudio:Journal of Obesity & Weight Loss Therapy 2015: Resultados de las dietas bajas en almidones/bajas en lácteos en el tratamiento exitoso de la obesidad y co-morbosidades relacionada con el síndrome del ovario poliquístico (SOP) [evidencia débil]
- Estudios en 2006 y 2013 mostraron que incluso una reducción modesta de carbohidratos (de un 55 a un 41 por ciento de energía) puede traducirse en mejoras significativas en el peso, las hormonas y los factores de riesgo en mujeres con SOP:
Fertility & Sterility 2006: El papel de la dieta en el tratamiento del síndrome del ovario poliquístico [evidencia débil]Clinical Endocrinology 2013: Efectos metabólicos favorables de una dieta baja en carbohidratos eucalórica en mujeres con SOP [evidencia débil]
- Finalmente, una revisión de estudios relevantes realizada en 2017 halló que las dietas bajas en carbohidratos tienden a “reducir los niveles de insulina circulantes, mejorar el desequilibrio hormonal y reanudar la ovulación para mejorar los índices de embarazos”.
Nutrients 2017: El efecto de las dietas bajas en carbohidratos en las hormonas de la fertilidad en mujeres obesas y con sobrepeso: una revisión sistemática [evidencia sólida]
Además de la evidencia científica que se ha citado anteriormente, la experiencia clínica de médicos que la han usado con sus pacientes respalda la utilización de la dieta baja en carbohidratos como un tratamiento efectivo para el SOP:
Cómo corregir el SOP con la dieta baja en carbohidratos
Síndrome del intestino irritable (SII)
En el 2009, un equipo de EE. UU. la Universidad de Carolina del Norte, que incluía al Dr. Eric Westman, examinó específicamente una dieta muy baja en carbohidratos (menos de 20 g de carbohidratos por día) para el SII. Durante el estudio, 13 personas con SII con predominio de diarrea comenzaron con una dieta estadounidense estándar durante dos semanas, luego cambiaron a una dieta muy baja en carbohidratos durante cuatro semanas y 10 de los 13 sujetos (77%) tuvieron mejoras significativas: la dieta muy baja en carbohidratos disminuyó su dolor abdominal, redujo la diarrea y mejoró su calidad de vida.
Clinical Gastroenterology and Hepatology 2009: Una dieta muy baja en carbohidratos mejora los síntomas y la calidad de vida en el síndrome de intestino irritable con predominio de diarrea [evidencia débil]
En los últimos años, una dieta específica desarrollada en Australia, llamada dieta baja en FODMAP, ha recibido mucha atención por parte de la investigación, con algunos estudios que demostraron que el 75 por ciento de las personas con diagnóstico de SII que siguen esta dieta, mejoran sus síntomas. FODMAP es un acrónimo de oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables. Ese nombre complejo describe los tipos de carbohidratos de cadena corta que se encuentran en muchas frutas, verduras, legumbres, granos, productos lácteos y algunos alimentos procesados.
European Journal of Nutrition 2016: ¿Una dieta baja en FODMAP reduce los síntomas asociados con trastornos gastrointestinales funcionales? Una revisión sistemática integral y un metanálisis [evidencia moderada]
Conoce más sobre el síndrome del intestino irritable (SII) y la dieta keto
Enfermedad inflamatoria intestinal
Muchos informes anecdóticos apoyan que una dieta baja en carbohidratos o paleo baja en carbohidratos puede reducir los síntomas de enfermedades inflamatorias del intestino como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerativa (ejemplos: 1, 2). Hasta donde sabemos, todavía no hay ensayos controlados.
Aquí hay un informe de un caso publicado:
International Journal of Case Reports and Images 2016: Enfermedad de Crohn tratada con éxito con la dieta cetogénica paleolítica [evidencia muy débil]
Enfermedad por reflujo/acidez estomacal
Al menos dos estudios muestran efectos prometedores de la dieta baja en carbohidratos para la enfermedad por reflujo:
En un pequeño estudio de ocho personas obesas con GERD (siglas en inglés de enfermedad por reflujo gastroesofágico) y que seguían una dieta cetogénica con menos de 20 gramos de carbohidratos al día se tradujo en la normalización de los niveles de pH del esófago (lo que indica un entorno menos ácido en el esófago) después de tan solo 6 días con la dieta. Además, los participantes informaron acerca de mejoras en la sensación de ardor y malestar en el pecho, eructos y otros síntomas del reflujo.
Digestive Diseases and Sciences 2006: Una dieta muy baja en carbohidratos mejora el reflujo gastroesofágico y sus síntomas [evidencia débil]
En otro estudio, 42 mujeres obesas con GERD siguieron una dieta baja en carbohidratos y alta en grasas durante 16 semanas. En la semana 10 todas estas mujeres habían resuelto los problemas derivados del GERD y pudieron dejar de tomar la medicación para la acidez.Alimentary Pharmacology and Therapeutics 2016: Consumo de carbohidratos dietéticos, resistencia a la insulina y enfermedad del reflujo gastroesofágico: un estudio piloto en mujeres obesas afroamericanas y europeas. [evidencia débil]
Migraña
¿Es posible evadir las migrañas evitando los carbohidratos? Los estudios y la experiencia práctica sugieren que puede ser así. Hay al menos dos estudios prometedores hasta ahora (en inglés).
- Euroupean Journal of Neurology 2015: Mejora de la migraña durante la cetogénesis de corta duración: un estudio de prueba de concepto. [evidencia débil]
- Journal of Headache and Pain 2016: Correlatos corticales funcionales de la capacidad de respuesta a la intervención preventiva de corta duración con la dieta cetogénica en la migraña: un estudio multimodal de potenciales evocados [evidencia débil]
Aprende más sobre la migraña y los carbohidratos bajos
TDAH
Una limitada evidencia (tal como estudios en animales y reportes de casos) sugiere que las dietas bajas en carbohidratos podrían ser útiles para algunas personas con TDAH (Transtorno de Déficit de Atención e Hiperactividad) y otras afecciones de alguna manera relacionadas como el TOC (Transtorno Obsesivo Compulsivo) y el síndrome de Tourette.
Conoce más
Alzheimer
Un pequeño estudio ha hallado una mejora en la memoria de las personas con deterioro cognitivo leve aplicando una dieta cetogénica:
Neurobiology of Aging 2012: La cetosis dietética mejora la memoria en el deterioro cognitivo leve [evidencia moderada]
Los casos que reportan beneficios para la enfermedad del Alzheimer van en aumento:Aging 2016: Reversión del declive cognitivo en la enfermedad del Alzheimer [evidencia muy débil]
Alzheimer’s & Dementia: APOE ε4, ¿la puerta para la dislipidemia resistente a la insulina y la bruma o neblina mental? Un caso práctico [evidencia muy débil]</sla ingesta recomendadapan> Más información
También existen otros estudios que relacionan niveles no diabéticos de azúcar en sangre, altos o incluso “normales”, con demencia y Alzheimer. Como la dieta cetogénica reduce la glucosa en sangre, es posible que también pueda eliminar el riesgo de desarrollar estas enfermedades. Echa un vistazo a este estudio, por ejemplo:The New England Journal of Medicine 2013: Niveles de glucosa y riesgo de demencia [evidencia muy débil]
Las dietas cetogénicas proporcionan una fuente de energía alternativa para el cerebro que podría beneficiar a personas con demencia u otros problemas cognitivos. Los ensayos clínicos en pacientes con Alzheimer o deterioro cognitivo han mostrado que incluso aunque sus cerebros no pueden utilizar la glucosa de forma efectiva, es posible que tengan una capacidad similar de utilizar cetonas como los cerebros de personas más mayores saludables:Annals of the New York Academy of Sciences 2016: ¿Pueden las cetonas compensar el deterioro de la absorción de la glucosa cerebral durante el envejecimiento? Implicaciones para el riesgo y tratamiento de la enfermedad del Alzheimer [estudio no sistemático]
Enfermedad de Parkinson
Pese a que la dieta cetogénica se recomienda a veces para personas con enfermedad de Parkinson, no hay muchas investigaciones publicadas en esta área, aparte de unos cuantos casos.
Sin embargo, un ECA reciente de ocho semanas de duración halló que las personas con enfermedad de Parkinson que siguieron una dieta cetogénica registraron mayor mejoría de los síntomas que las personas que siguieron una dieta baja en carbohidratos:
- Movement Disorders 2018: Dieta baja en grasas en comparación con la dieta cetogénica en la enfermedad de Parkinson: un ensayo piloto controlado aleatorizado. [evidencia moderada]
Esclerosis múltiple
Al igual que en la investigación de la enfermedad de Parkinson, le evidencia de alta calidad con respecto a los beneficios de la restricción de carbohidratos en esclerosis múltiple es extremadamente limitada. Más allá de los informes anecdóticos positivos, existen algunas investigaciones clínicas emergentes.
Un estudio de 2015 halló que los pacientes con esclerosis múltiple que seguían una dieta cetogénica o que ayunaban durante varios días experimentaron grandes mejoras en las puntuaciones de calidad de vida y en los niveles de triglicéridos:
European Committee For Treatment and Research in Multiple Sclerosis 2015: La dieta cetogénica y el ayuno prolongado mejoran la calidad de vida relativa a la salud y los perfiles lipídicos en la esclerosis múltiple: un ensayo controlado aleatorizado [evidencia moderada]
Fibromialgia
Parece haber una relación entre fibromialgia y resistencia a la insulina, azúcar en sangre alto y la diabetes tipo 2. Debido a que las dietas bajas en carbohidratos a menudo son efectivas versus las enfermedades mencionadas, podría ser posible un efecto positivo en la fibromialgia. Más información
PloS ONE: ¿Es la resistencia a la insulina la causa de la fibromialgia? Un informe preliminar [evidencia muy débil]
Ayuno intermitente
No es raro que la gente combine una dieta baja en carbohidratos con el ayuno intermitente, ya sea por conveniencia o para mejorar la pérdida de peso o la corrección de la diabetes.
Una variante común del ayuno intermitente es el llamado 16 y 8, en el que se ayuna durante 16 horas al día. A menudo implica saltarse el desayuno. Esto puede mejorar los resultados de la pérdida de peso.9
British Medical Journal 2019: Efecto del desayuno en el peso y consumo de calorías: un estudio sistemático y metanálisis de ensayos controlados aleatorizados [evidencia sólida]
El ayuno intermitente parece ser una alternativa prometedora a la restricción continua de calorías:
Translational Research 2014: Ayuno intermitente en comparación con la restricción de calorías para la prevención de la diabetes tipo 2: revisión de los hallazgos en humanos [revisión no sistemática]
Más información sobre el ayuno intermitente
Dieta baja en carbohidratos y medioambiente
A menudo se acusa a las dietas bajas en carbohidratos de ser insostenibles con el medioambiente debido al impacto de la producción de carne. Esto no es verdad por dos razones. En primer lugar, una dieta baja en carbohidratos o cetogénica debería ser tan solo moderada en proteína (como la carne), ya que la mayor parte de la energía debe proceder de la grasa.10 Es incluso posible seguir una dieta baja en carbohidratos vegetariana.
En segundo lugar, el impacto medioambiental del consumo de carne roja es muy variable. Incluso la producción de carne de res (normalmente considerada como la peor desde una perspectiva climática) puede gestionarse de un modo respetuoso con el medioambiente.
Un estudio de 2018 demuestra que si se gestiona el ganado de la manera adecuada es posible hacerlo de forma que sea neutral para el medioambiente e incluso sin emisiones, lo que significa que hay más carbono almacenado en el suelo del que se expulsa a la atmósfera:
Agricultural Systems 2018: Impacto de la captura del carbono del suelo en el nivel de emisiones de gases de efecto invernadero en los sistemas de producción de carne de res en el medio oeste de los Estados Unidos [evidencia débil]
Learn more: Seis formas de cuidar el medioambiente con low carb y keto1
Carne roja y salud
A menudo se argumenta que la carne roja tiene consecuencias negativas en la salud, entre las que se incluye un aumento del riesgo de cáncer. Sin embargo, estas declaraciones no están respaldadas por nada más convincente que estudios epidemiológicos (correlaciones estadísticas) con enlaces extremadamente débiles (por ejemplo, con una razón de posibilidades del 1,2).
La mayoría de los hallazgos como este suelen ser falsos cuando se prueban en ensayos de intervención rigurosos.
No sorprende, entonces, que cuando la teoría de que la carne roja provoca enfermedades como el cáncer, se prueba en los ensayos intervencionales, se desmonta completamente. Un buen ejemplo de esto es el estudio de prevención de pólipos que probó una dieta baja en grasas y baja en carne en más de 2000 personas durante 8 años para ver si podía prevenir el cáncer colorrectal. ¿El resultado? No funcionó en absoluto.
- Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention 2007: Estudio de seguimiento continuado de la prueba de prevención de pólipos: falta de efectos de una dieta baja en grasas, alta en fibra, alta en frutas y vegetales sobre un adenoma recidivante ocho años después de la aleatorización [evidencia moderada]
- Journal of the American Medical Association 2006: Patrón dietético bajo en grasa y riesgo de cáncer colorrectal [evidencia moderada]
Dieta y cáncer: lo que se sabe y lo que no se sabe al respecto
Sal y salud
Según varias organizaciones de la salud, la mayoría de las personas deberían reducir el consumo de sodio (la recomendación suele ser por debajo de 2,3 gramos al día) para prevenir presión arterial alta y otros problemas de salud. En las dietas altas en carbohidratos, esto podría ser beneficioso para algunas personas. Sin embargo, en una dieta baja en carbohidratos, la necesidad de tomar sodio podría aumentar debido al aumento de pérdidas a través de los riñones.12
Asimismo, el consejo general para la población de reducir el consumo de sal a niveles muy bajos está muy cuestionado hoy en día. Al menos seis estudios recientes y un estudio más antiguo (citados más adelante) no han mostrado beneficios claros e incluso es posible que muestren un aumento de la mortalidad relativo a un consumo más reducido de sal.
Al parecer, según los estudios que se citan a continuación, el consumo de alrededor de 5 gramos de sodio al día está relacionado con una reducción de la media de vida.
Los siete estudios
- Journal of the American Medical Directors Association 2018: Asociación entre excreción de sodio y enfermedad cardiovascular y mortalidad en ancianos: un estudio de cohorte [evidencia muy débil]
- Journal of the American Medical Association 2016: Excreción de sodio y el riesgo de enfermedad cardiovascular en pacientes con enfermedad renal crónica [evidencia muy débil]
Aquí el riesgo se representó con una curva en forma de J con un riesgo aumentado de 4-5 gramos de sodio al día. Es posible que las personas con enfermedades renales sean más sensibles a un gran consumo de sal, pero incluso en este caso la tolerancia parece ser mucho mayor que la ingesta recomendada. - Lancet 2016: Asociaciones de la excreción de sodio urinaria con eventos cardiovasculares en personas con y sin hipertensión: un análisis conjunto de los datos de cuatro estudios [evidencia muy débil]
En este estudio, el consumo de más de 7 gramos de sodio al día se asoció con un aumento de riesgo de ataques al corazón y muerte en personas con hipertensión, mientras que el consumo de 3 gramos de sodio al día se asoció con un aumento del riesgo en personas con presión arterial normal y personas con hipertensión. - Journal of the American Medical Association 2011: Resultados fatales y no fatales, incidencia de hipertensión y cambios en la presión arterial en relación con la excreción de sodio urinaria [evidencia muy débil]
- Diabetes Care 2011: Consumo de sal dietética y mortalidad en pacientes con diabetes tipo 2 [evidencia muy débil]
- Diabetes Care 2011: La asociación entre consumo de sodio dietético, IRT y mortalidad por todas las causas en pacientes con diabetes tipo 1 [evidencia muy débil]
- Hypertension 1995: El sodio urinario bajo se asocia con un mayor riesgo de infartos de miocardio entre hombres con hipertensión [evidencia débil]
Más información sobre el consumo de sal y otros electrolitos, y la dieta baja en carbohidratos
Recursos externos sobre la ciencia de la dieta baja en carbohidratos
Virta Health: Una lista exhaustiva de investigaciones sobre dieta baja en carbohidratos (en inglés)
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La ciencia de las dietas baja en carbos y cetogénica - la evidencia
Dr. Andreas Eenfeldt, Dra. Maria Eugenia Lima (Dra Maru) ha redactado esta guía, que fue actualizada por última vez el agosto 22, 2023.
La guía contiene referencias científicas específicas a lo largo del texto en forma de notas. Puedes hacer clic en los enlaces para leer los estudios científicos revisados por expertos. Asimismo, en algunos estudios hemos añadido una calificación de la solidez de la evidencia con un enlace a nuestra política sobre evidencia científica. Nuestras guías avaladas por la ciencia se actualizan al menos una vez al año para reflejar las últimas referencias a los estudios científicos publicados sobre el tema en cuestión.
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Obesity Reviews 2009: Estudio sistemático de ensayos controlados aleatorizados de las dietas bajas en carbohidratos en comparación con las dietas bajas en grasas/bajas en calorías en la gestión de la obesidad y sus comorbilidades [evidencia sólida]
The Lancet. Diabetes and Endocrinology 2015: Efecto de intervenciones de una dieta baja en grasas en comparación con intervenciones de otras dietas sobre el cambio de peso a largo plazo en adultos: un estudio sistemático y metanálisis. [evidencia sólida] ↩
Obesity Reviews 2015: Síndrome metabólico: un examen más detenido a la epidemia creciente y sus patologías asociadas [estudio no sistemático] ↩
Además de que cardiólogos han dado luz verde al consumo de grasa saturada, como el Dr. Bret Scher, el Dr. Scott Murray y el Dr. Blair O’Neill, incluso la Academia de Nutrición y Dietética ha declarado de forma pública que la grasa saturada no debería considerase como un nutriente que nos deba preocupar, basándose en la falta de evidencia que la relacionan con cardiopatías. ↩
British Medical Journal 2019: Las directrices provisionales de la OMS sobre grasas saturadas dietéticas y ácidos grasos trans: ¿es la hora de adoptar un nuevo enfoque? [estudio no sistemático; no se ha evaluado la evidencia] ↩
BMJ Evidence-Based Medicine 2019: Grasa o ficción: la hipótesis dieta-corazón [estudio no sistemático; no se ha evaluado la evidencia] ↩
The New England Journal of Medicine 2008: Efectos de la reducción intensa de la glucosa en la diabetes tipo 2 [evidencia moderada] ↩
La evidencia se ha reducido de nivel debido a la falta de estudio de alta calidad. ↩
Esto incluye dietas en las que se consumen muy pocos carbohidratos, como las dietas cetogénicas.
Endocrine 2017: Seguridad ácido-base durante una dieta cetogénica y muy baja en carbohidratos [evidencia débil]
Nutrients 2018: Llevar una dieta cetogénica alta en grasas y baja en carbohidratos de forma crónica tiene efectos mínimos sobre el estado ácido-base en atletas de élite [evidencia débil] ↩
Sin embargo, no todos los estudios sobre saltarse el desayuno muestran un aumento en la pérdida de peso. Aquí citamos un ensayo con resultado negativo:
The American Journal of Clinical Nutrition 2009: La efectividad de las recomendaciones sobre el desayuno en la pérdida de peso: un ensayo controlado aleatorizado [evidencia moderada] ↩
En los estudios sobre la dieta LCHF (baja en carbohidratos y baja en proteína) se ha demostrado que existen beneficios para la salud, y normalmente se recomienda comer una cantidad moderada de proteína y tanta grasa como se necesite para quedar satisfecho.
Diabetes Therapy 2018: Efectividad y seguridad de un modelo de atención novedoso para la gestión de la diabetes tipo 2 en 1 año: un estudio controlado
y no aleatorizado de etiqueta abierta. [evidencia débil]Applied Physiology, Nutrition and Metabolism 2017: Una dieta baja en carbohidratos y alta en grasas de 12 semanas mejora los resultados de salud metabólica con respecto a una dieta de control en un ensayo controlado aleatorizado en personal de defensa con sobrepeso [evidencia moderada] ↩
Otra publicación muestra los detalles del intento de prevenir cáncer de mama con una dieta baja en grasas y baja en carne. También fracasó:
Journal of the American Medical Association 2006: Patrón dietético bajo en grasas y riesgo de cáncer de mama invasivo: la prueba de modificación dietética controlada y aleatorizada de Women´s Health Initiative. [evidencia moderada] ↩
A pesar de que no se conoce el mecanismo preciso para esto, algunos investigadores han sugerido que cuando los niveles de insulina son muy bajos (y suelen serlo en una dieta cetogénica), los riñones podrían absorber menos sodio y excretar más en la orina.
American Journal of Physiology. Renal Physiology 2007: Impacto de la insulina en el transporte de sodio renal y presión arterial en la salud, obesidad y diabetes [revisión no sistemática]
Diabetalogia 1981: El efecto de la insulina en el metabolismo de sodio renal [revisión no sistemática] ↩