Pasta de colinabo con salsa cremosa de camarones
Cuando la pasta no es pasta, ¡sino algo aún mejor! Aquí tienes un delicioso ejemplo de cómo puedes usar el colinabo como una alternativa a la pasta más sana y baja en carbos. Combinada con unos ricos camarones y una exquisita salsa de queso parmesano, esta comida es demasiado buena para ser verdad.
EE.UU.Métrico
porciónporciones
Ingredientes
- 11⁄3 tazas 325 ml crema (o nata) para montar
- 1 1 diente de ajo picadodientes de ajo picado
- 3 oz. 85 g queso parmesano rallado
- 10 oz. 280 g gambas pelados y cocinados
- 3 oz. 85 g guisantes dulces cortados
- 6 oz. 170 g tomatitos cherry cortados por la mitad
- 1⁄3 taza (½ oz.) 80 ml (14 g) albahaca fresca
- 1 lb 450 g colinabocolinabos
- 1 1 cáscara de limóncáscara de limones
- 2 cda. 2 cda. aceite de oliva
- 2 cda. 2 cda. perejil fresco (opcional)
- sal y pimienta negra molida
Receta añadida a la lista de compras.
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Making low carb simple
Instrucciones
- Calentar la crema a fuego medio en una cacerola. Añadir el ajo y el queso parmesano. Salpimentar. Llevar a ebullición y cocer a fuego lento hasta que la salsa espese.
- Añadir los camarones y cocinarlos si están crudos. Si no, solo calentarlos.
- Añadir los guisantes dulces y los tomates cortados, mezclar bien. Calentarlo todo pero solo hasta que quede caliente. Las verduras deberían estar frescas y crocantes. Añadir la albahaca.
- Quitar la capa exterior gruesa del colinabo con un cuchillo afilado o un pelador de verduras. Cortar el colinabo por la mitad. Laminar el colinabo tan finamente como sea posible con un cuchillo afilado, una mandolina o un cortador de verduras en espiral. Hervir en agua ligeramente salada durante 2-3 minutos.
- Pasar el colinabo a un colador y dejar que se escurra bien. Poner de nuevo el colinabo en la cacerola y mezclar con la cáscara de limón, el perejil bien picado y el aceite de oliva. Salpimentar.
- Servir directamente con la salsa y quizá con algo de queso parmesano extra.
¡Consejo!
En vez de colinabo, puedes usar nabo daikon, calabacín, calabaza o colirrábano. Todos van bien como pasta vegetal.
Para conseguir algo más de sabor, también puedes freír la pasta en un poco de aceite o mantequilla en vez de hervirla. Si usas calabacín, no hace falta que lo cocines.
