Cómo Abby perdió 29 kilos y corrigió la prediabetes

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Abby perdió 29 kg (65 lb) y corrigió la prediabetes con una dieta cetogénica. ¡Fantástico! De hecho, ha transformado su vida tanto que ahora inspira con su sitio web mindfulketo.com a otras personas que siguen la dieta.

Aquí comparte su historia, conocimientos y consejos para cualquiera que quiera conseguir los mismos resultados:

En el verano de 2012 llevaba 8 semanas de embarazo cuando recibí una llamada de mi comadrona.

“Su hemoglobina A1C es 6,1, tiene diabetes gestacional (de embarazo)”.

No era la primera vez que me encontraba con esta enfermedad.

Mis abuelos, tías y tíos tuvieron muertes prematuras por complicaciones de la diabetes de tipo 2. Mi madre tiene diabetes de tipo 2, mi padre tiene prediabetes y he sufrido obesidad desde que tenía veintipocos años.

Pero esto era diferente.

Era mi diagnóstico. Sin embargo, no era por mí.

Mi bebé podría tener convulsiones, sufrir lesiones físicas o dejar de respirar al nacer.

Así que mi historia comienza como una madre cuya hija aún sin nacer está en peligro. Como una osa con un cachorro rodeado de depredadores hambrientos… Quería luchar para proteger a mi cría.

El enemigo inesperado

Mi sangre era dañina para el bebé. Tenía niveles anómalamente altos de azúcar en la sangre.
“Queremos imitar el entorno normal de la matriz para que su bebé pueda estar seguro hasta que esté lista”, me dijo el perinatólogo. “Puedes conseguirlo con niveles normales de azúcar sanguínea al comer bajo en carbohidratos.”

Bueno, eso es fácil. ¿Por qué querría envenenar a mi propia hija a propósito?

Pero encontré un enemigo inesperado: la medicina convencional.

  • Come 15-45 gramos de carbohidratos en cada comida… 6 veces al día.
  • Come refrigerios entre el desayuno, el almuerzo y justo antes de acostarte.
  • Y si eso no funciona, te recetaremos medicamentos.

Bueno, pues no funcionó.

Mi azúcar sanguínea se disparó. No importó que el pan fuera de trigo integral, de salvado o “bajo en carbohidratos”. Con el arroz integral pasó lo mismo.

Despertaba con niveles altos de glucosa en sangre en ayunas. Se suponía que el refrigerio a la hora de dormir lo arreglaría, pero no fue así.

“¿Por qué no dejo de comer pan y refrigerios y así no tener que tomar medicamentos?”

Nunca obtuve una respuesta satisfactoria. Así que lo hice…

Y en la primavera de 2013, di a luz a una hermosa y saludable niña de 3 kg (6 lb) llamada Reagan.

Ella estaba bien, estaba sana.

Pero yo, por otro lado, todavía no estaba fuera de peligro.

Privada de libertad

¿Pero tuve una diabetes de tipo 2 no diagnosticada que fue descubierta de forma accidental durante el embarazo?

Los resultados fueron altos para alguien que no había estado comiendo durante semanas debido a las náuseas y vómitos al comienzo del embarazo.

Sabía lo que tenía que hacer.

Pero más importante aun, sabía lo que no quiero hacer.

  • No quiero pincharme los dedos y comprobar mis niveles de azúcar sanguínea 4 veces al día.
  • No quiero escribir todo lo que como en un diario de comidas 6 veces al día.
  • No quiero introducir los datos de la glucosa sanguínea y el consumo de alimentos en una computadora para poder recibir la aprobación semanal de mi instructor de diabetes.

Hice esto durante 7 meses todos los días durante el embarazo.

Pero ahora es MI lucha.

Y no quiero vivir así durante el resto de mi vida.

El cambio de dieta no fue suficiente

  1. Lo primero que dejé de usar fueron los dispositivos. El glucómetro, el registro de alimentos, la balanza. Quería recuperar mi libertad.

    Ya tengo las herramientas que necesito: un horno, una parrilla, una cocina, ollas, sartenes y una bandeja grande para hornear (para asar mis verduras de superficie favoritas).
    ¡Importante! Algunos de ustedes necesitan usar glucómetros o medidores de cetonas por necesidad médica. Por favor, pregunta a tu médico (yo lo hice).

  2. No me centré en mi(s) objetivo(s). Me centré en el proceso.

    No estaba bajo mi control si iba a bajar de peso o zafarme de la diabetes de tipo 2.

    Lo que puedo controlar son mis actos constantes y diarios para hacer que esos resultados sean inevitables.

    Así que me volví fanática de los hábitos.

    Los hábitos hacen que hagas cosas en piloto automático. No se requiere motivación ni fuerza de voluntad.

    Como tener un ritual de preparación de alimentos (no del tipo uuu uuu).

    Sino del tipo que me proporcionara una tendencia natural a entablar un patrón regular de preparación de comidas para perder grasa… sin la fuerza bruta de la fuerza de voluntad.

  3. Me deshice de las estrategias fallidas de todo o nada que tuve en el pasado
    All-or-nothing. Solía perder las fuerzas y dejarlo. No era sostenible para algo que tenía que hacer para siempre.

    Entonces, ¿y si me comiera una papa frita? No me voy a comer toda la bolsa ahora porque… ¿qué diablos, verdad? No, no he fastidiado nada.

    Perfeccionismo. Esto me estancó, así que volvía a mis viejos hábitos. No me preocupa llevar los macros de la proteína o la grasa perfectos. Me centro en no comer los alimentos que más afectan a la pérdida de peso: los carbohidratos.

    Fijar grandes metas. Es desalentador. Estaba abrumada. Mi estado natural era la inactividad.

Reemplazar el arroz por verduras asadas es mucho más fácil de lograr que intentar preparar 4 días de comidas bajas en carbohidratos por la tarde.

Los pequeños pasos pueden parecer insignificantes.

Pero los pequeños triunfos hacen perdurar las buenas conductas. Antes de que te des cuenta, lo estás haciendo de forma más consistente y con menos esfuerzo.

Entonces esto se suma y produce resultados extraordinarios con el tiempo.

Durante años he sentido el dolor desalentador de una y otra vez perder peso y recuperarlo todo y algunos kilos extras más en el camino.

No cometas los mismos errores que yo.

No se trata solo de un cambio en la dieta… se trata de un cambio de conducta.

Día del juicio, 6 meses después del parto

Me hicieron la prueba de la diabetes.

Bebí 100 gramos de azúcar líquida pura después de haber ayunado durante la noche para ver cómo mi nivel de azúcar sanguínea respondía durante 2 horas. Se llama prueba de tolerancia oral a la glucosa (yo lo llamo un asco).

Resultados:

  • 0 minutos (89 mg/dl-4,9 mmol/L) normal
  • 30 minutos (141 mg/dl-7,8 mmol/L) normal
  • 1 hora (130 mg/dl-7,2 mmol/L) normal
  • 2 horas (107 mg/dl-5,9 mmol/L) normal

Interpretación:
¡Sin prediabetes! ¡Sin diabetes de tipo 2! (los signos de exclamación son míos).

Hoy, 5 años después

IComo comidas bajas en carbohidratos y altas en grasa 2 veces al día en un intervalo de 4 a 6 horas sin refrigerios entre las comidas.

  • Sin desayuno. Bebo café solo (café de Peet’s)
  • 12 a las 2 de la tarde: primera comida
  • 5 a 6 de la tarde: segunda comida (con mi familia)

Comidas reales, naturales, sin procesar o mínimamente procesadas, bajas en carbohidratos que tienen 3-5 ingredientes y junto a la familia… y que les gustan a las niñas.

Dame bistecs, panceta de cerdo o salmón, una verdura de superficie. Sal y pimienta, mantequilla real o aceite de oliva virgen extra… además de 30 minutos en la cocina. Boom.

Una o dos veces por semana hago un ayuno prolongado:

  • 24 horas
  • 42-48 horas
  • 72 horas (poco frecuente)

Solamente tomo café solo, té sin azúcar o agua con gas cuando ayuno.

  • No corro. Ando.
  • Hago yoga.
  • (Intento) meditar (proceso en curso).

Acabo de hacer mi segundo Wanderlust Mindful Triathlon (5.000 metros, 90 minutos de yoga y 30 min de meditación)… en ayunas. La grasa que tengo almacenada fue el combustible.

¿Por qué la elección de ejercicios? Es para reducir la hormona del estrés (engordante): cortisol. Pero ¿cómo se dice en palabras normales de madre? Es para mantener la salud mental.

Mi historia, tu camino

No hay nada único o especial acerca de mí. No soy un caso atípico.

Soy como tú… esforzándome por adoptar un estilo de vida saludable en medio del estrés, las preocupaciones y la saturación de la vida.

Después de 21 años como enfermera titulada y asesorando sobre la salud a pacientes con diabetes de tipo 2, decidí que podía ayudar a más gente si escribía.

Así que lancé un negocio a tiempo parcial escribiendo sobre hábitos y un enfoque consciente para la pérdida de grasa con un estilo de vida bajo en carbohidratos y alto en grasas en mindfulketo.com… Además de mi trabajo a tiempo parcial como docente de enfermería en una universidad local.

También tengo un trabajo a tiempo parcial (no remunerado) como conductora de Uber después de las 2:30 de la tarde cuando empiezo a recoger a mis hijas de 4 y 7 años en dos escuelas diferentes y luego las llevó a natación y fútbol.

Mi esposo tiene que recordármelo para asegurarme que las recojo, porque me puedo olvidar (me ha pasado).

A veces me siento como una versión desorientada y en una ciudad pequeña de la película de Hollywood Malas Madres. ¿Dónde está el libro electrónico sobre Cómo no comprometerte en exceso?

Un día ajetreado no termina hasta que mi esposo y yo cepillamos los dientes de las 2 niñas… Entonces es la hora de los cuentos. Hasta que finalmente podemos colarnos en la sala de estar para ver Stranger Things en Netflix.

Simplemente estoy en un camino hacia un estilo de vida más saludable donde nada es perfecto y cometo errores.

Todo lo que hice fue comprometerme de forma firme para mantenerme en el camino y mejorar un poco cada día.

Así que, por favor, acepta la verdad y mi sinceridad cuando te digo… Si yo puedo hacerlo, TÚ también puedes.

––
Únete a Abby Roaquin, enfermera titulada, para obtener los recursos gratuitos y comienza tu propio camino con ella hoy mismo en mindfulketo.com

Comentarios

¡Muchas gracias por compartir tu historia y tus lúcidos consejos, Abby! Es realmente inspirador.

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