Ayuno y protocolo de ejercicio
Una de las preguntas que más me hacen es si se puede ayunar y hacer ejercicio al mismo tiempo. La respuesta es ¡SÍ! ¡POR SUPUESTO! Una de las peores cosas que puedes hacer si te sientes bien al ayunar es sentarte en el sofá como si fueras un saco de papas. Hacer ejercicio puede ayudar a prevenir la hipoglucemia y reducir el pequeño riesgo de sufrir problemas al reanudar la alimentación después del ayuno.
Regla núm. 1: Escucha a tu cuerpo
Usa el sentido común como guía para decidir el nivel de intensidad del entrenamiento. Si no te sientes bien, tómate el día libre y descansa. Si te sientes algo flojo, da un paseo o haz una sesión ligera de yoga. Si te sientes bien, entonces haz pesas. ¡Quizá sea la mejor sesión de pesas de tu vida! Yo las hago con frecuencia cuando ayuno. Incluso si me siento algo cansada durante el ayuno, no es raro que tenga una sesión de pesas fantástica, ya que puede haber ciertas ventajas de hacer ejercicio en ayunas.
Beneficios de hacer ejercicio durante un ayuno
- Te puede dar una inyección de energía
- El ejercicio puede aumentar el nivel de glucosa sanguínea ligeramente mientras estás en ayunas si te sientes algo flojo
- La mejora de la claridad mental significa que estás más centrado durante los entrenamientos
- El aumento de la adrenalina durante el ayuno ayuda a hacer un par de repeticiones extras
- La combinación de ayuno y ejercicio también produce estrés oxidativo agudo, lo que puede ser beneficioso para el mecanismo muscular
- Puede ayudarte a controlar el estrés y la ansiedad
- Aumenta la producción de la hormona del crecimiento
- Puede mejorar la composición corporal
- Puede aumentar los niveles de testosterona
Regla num. 2: Hidrátate
Sin importar si estás en ayunas o no, es importante estar bien hidratado para poder hacer un buen entrenamiento. Cuando ayunamos, no obtenemos la hidratación de los alimentos, así que es importante acordarse de hidratarse adecuadamente antes y después del ejercicio.
Beber agua justo antes de hacer ejercicio no es una buena idea. El agua no pasa del vaso a los músculos de forma inmediata; toma algo de tiempo. Tienes que asegurarte de hidratarte cuando se acerca el momento en el que planeas hacer ejercicio, pero no justo antes de hacerlo.
Además, si te hidratas adecuadamente antes y después de hacer ejercicio, no deberías tener ningún antojo después de hacerlo. Esos antojos normalmente ocurren porque estamos deshidratados.
El protocolo de hidratación
Primero: Bebe uno de los siguientes líquidos de 45 a 60 minutos antes del momento en el que tengas planeado hacer ejercicio.
- Un vaso de agua con una pizca de sal natural (sal marina, sal del mar Céltico y sal del Himalaya, por nombrar algunas)
- ¼ de vaso de jugo de pepinillos, solo o diluido en agua
- 1 vaso de caldo, con sal al gusto
Repetir el paso (1) 30 minutos antes de acabar el entrenamiento.
La regla más importante de todas es interrumpir el ayuno si sientes malestar por cualquier motivo. Siempre puedes comer con prudencia y volver a ayunar cuando te sientas mejor.
¡Que tengas un feliz ayuno y una estupenda hidratación!
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Nota
Esta publicación también ha sido publicada en idmprogram.com.