¿Has notado que la glucosa sanguínea aumenta a primera hora de la mañana? ¿La glucosa de la mañana es la más alta del día? Si es así, que sepas que no te ocurre solo a ti.
A medida que las dietas bajas en carbohidratos y el ayuno intermitente se popularizan, hay más personas que experimentan lo que se denomina “efecto del amanecer” o “fenómeno del amanecer”. Pero ¿por qué ocurre? Y, lo más importante, ¿debería preocuparnos?
En esta guía te presentaremos los datos científicos acerca del efecto del amanecer, centrándonos en lo que sabemos y en lo que no sabemos respecto a su relación con la alimentación baja en carbohidratos
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El efecto del amanecer es un aumento inesperado de la glucemia sanguínea, normalmente al despertarnos. Los médicos lo observaron por primera vez en la década de 1980 en pacientes con diabetes tipo 1. Definieron el efecto del amanecer como un aumento de la glucosa sanguínea sin la elevación compensatoria habitual de la insulina.1
A medida que la mañana se acerca, el cuerpo aumenta de forma natural la producción de glucosa. Sin embargo, en este estudio descubrieron que la insulina que los pacientes habían tomado la noche anterior era insuficiente para controlar el aumento de la glucosa. Este desajuste causaba un aumento de la glucosa sanguínea.
Los investigadores llegaron a la conclusión de que la elevación de la glucosa a primera hora de la mañana se debía a un aumento de las denominadas “hormonas contrarreguladoras”: el cortisol, la epinefrina y la norepinefrina.2 Se llaman hormonas contrarreguladoras porque antagonizan los efectos de la insulina.
Las hormonas contrarreguladoras estimulan el hígado para que segregue glucosa. Si una persona tiene una respuesta insulínica normal, sus niveles de insulina aumentan para mantener estables los niveles de glucosa.
En el caso de las personas que presentan el efecto del amanecer, la glucosa extra circula hasta que las células la captan y la usan como energía. Es como si el cuerpo se preparara para el aumento de las demandas de energía al despertarse y se asegurara así de que hay suficiente glucosa disponible para usar una vez que la persona se ponga en marcha por la mañana.
Hay estudios en personas sin diabetes que muestran que el cuerpo aumenta la secreción de insulina entre las 4 y las 8 de la mañana. Este aporte extra de insulina estabiliza el aumento de los niveles de glucosa sanguínea ocasionado por las hormonas contrarreguladoras.3
Por esta razón, se dio por hecho durante décadas que el efecto del amanecer era un problema solo para las personas con diabetes tipo 1 y tipo 2. Pero ahora, esa suposición tal vez esté cambiando.
Consecuencias
En el caso de las personas con diabetes, sufrir un efecto del amanecer notorio les imposibilita controlar la glucosa sanguínea de la mañana y puede tener consecuencias para la salud a largo plazo.
Un estudio mostró que el efecto del amanecer está asociado con un aumento del 0,4 % (4 mmol/mol) de los niveles de hemoglobina A1c (HbA1c), que refleja a grandes rasgos el nivel promedio de glucosa sanguínea durante tres meses.4
Debido a que unos niveles más altos de HbA1c se correlacionan con un mayor riesgo de complicaciones, el efecto del amanecer probablemente tenga consecuencias perjudiciales para la salud de las personas con diabetes. La recomendación actual es tratar de forma contundente el efecto del amanecer con medicamentos para mejorar el control general de la glucosa.5
Pero ¿y en el caso de la gente que no tiene diabetes? O ¿y si siguen una dieta baja en carbohidratos y su cuerpo quema de forma preferente grasa para conseguir energía en vez de glucosa? ¿Tendría el efecto del amanecer las mismas repercusiones? Esto es lo que vamos a explorar a continuación.
El efecto del amanecer en las personas que queman grasa
Primero, las malas noticias: no sabemos de ningún estudio científico centrado en el efecto del amanecer en personas que siguen una dieta muy baja en carbohidratos.
No obstante, según las experiencias clínicas, el efecto del amanecer es relativamente frecuente en las personas que siguen una dieta baja en carbohidratos estricta.6
Recordemos las características fisiológicas: a medida que te acercas al despertar, el cuerpo segrega hormonas contrarreguladoras, las cuales aumentan la síntesis de glucosa del hígado. Pero si la glucosa sanguínea aumenta, eso significa que no se produce la elevación compensatoria de la insulina. ¿A qué se puede deber?
Como ya hemos dicho, no hay evidencias concretas para explicar el motivo por el que la glucosa sanguínea aumenta, pero sí tenemos teorías.
Una de ellas es que el páncreas no necesita responder rápidamente a este nivel más alto de glucosa sanguínea debido a que no es una situación común en una dieta muy baja en carbohidratos. Básicamente, el bucle de retroalimentación se reajusta.7
Otra teoría se centra en las células musculares. En condiciones de quema de glucosa, las células musculares son las que más utilizan la glucosa, la captan de la sangre para usarla como energía.
Ahora bien, cuando las células queman principalmente grasa como energía, como ocurre cuando se reducen los carbohidratos alimentarios de forma drástica, las células musculares no necesitan glucosa. En cambio, el cerebro sigue necesitando algo de glucosa. Las células musculares se hacen “resistentes” a la glucosa para que el cerebro sea el primero en recibir la glucosa disponible.
Muchas personas denominan este proceso fisiológico como “ahorro adaptativo de glucosa” o “resistencia fisiológica a la insulina”. La idea es que el motivo de que la glucosa se deje de captar es beneficioso, no dañino como en la diabetes. Hay que reiterar que es una teoría, pero es una teoría que tiene sentido en términos de cómo funciona el cuerpo.
Algunas personas creen que la resistencia a la insulina proporcionó una ventaja evolutiva a nuestros ancestros cazadores-recolectores, lo que les permitió que el cerebro usara la glucosa a la vez que fomentaba que los músculos usaran la grasa.8
Una diferencia fundamental entre un nivel alto de glucosa potencialmente dañino y un nivel alto de glucosa probablemente benigno puede ser la presencia o ausencia de niveles altos de insulina. Tener la glucosa elevada en un entorno de resistencia a la insulina en el que los niveles de insulina son altos probablemente tenga un resultado biológico diferente al mismo nivel de glucosa en un entorno de sensibilidad a la insulina y niveles bajos de insulina.
Aunque eso no implica con certeza que las dos situaciones tengan resultados distintos, los diferentes efectos en el cuerpo parecen indicar que podría ser así.
¿Es el efecto del amanecer siempre dañino?
Aunque las investigaciones parecen indicar que el efecto del amanecer es potencialmente dañino para las personas con diabetes tipo 2, ¿podemos decir lo mismo de las personas sin diabetes?9
Sin investigaciones que puedan orientarnos, nos vemos obligados a usar nuestra capacidad de razonamiento para llegar a una hipótesis.
La glucosa sanguínea parece tener efectos negativos de dos formas distintas. Una es cuando la glucosa está elevada de forma crónica y la otra es cuando los niveles de glucosa en sangre tienen grandes aumentos o “picos”, lo que se conoce como variabilidad de la glucosa.10
Los estudios muestran que ambos mecanismos aceleran la disfunción vascular y endotelial.11
Podemos llegar a la conclusión de que en ausencia de estos problemas —sin una elevación crónica y si el aumento o el pico es relativamente pequeño— no debería haber consecuencias vasculares ni de otro tipo que sean preocupantes.12
¿Cómo se determina o se define la “elevación crónica”? Normalmente se determina con la HbA1c. Cuanto más alta sea, mayor será la glucosa sanguínea promedio. No es una medida perfecta, pero es un marcador útil que muestra una estimación de la elevación crónica de la glucosa sanguínea.
Sin embargo, es posible que la HbA1c no tenga en cuenta las elevaciones más cortas e intensas de la glucemia, también denominadas variabilidad glucémica.
Un aumento de la glucosa hasta 140 mg/dL (7,8 mmol/L) tras una comida se considera normal.13
Por lo tanto, se puede deducir que un efecto del amanecer de hasta 140 mg/dL (7,8 mmol/L) no debería ser motivo de preocupación.
Es posible que esto sea así especialmente cuando los niveles de glucosa sanguínea de la mañana son los más altos del día y los niveles tras las comidas bajas en carbohidratos son significativamente menores. Como hemos dicho, no hay datos sobre esto, solo es una hipótesis, pero tiene sentido.
Según esta teoría, si la HbA1c está en el rango normal o está mejorando, los niveles de glucosa por la mañana no exceden los 140 mg/dL (7,8 mmol/L) y las elevaciones tras comer no superan los 140 mg/dL (7,8 mmol/L), puede ser razonable que el efecto del amanecer no sea un problema clínico.14
Sin embargo, si no se cumplen estos criterios, la elevación de la mañana puede estar agravando un problema ya presente y acelerando el daño vascular.
Como ejemplo, aquí tenemos una representación de una gráfica de un medidor continuo de glucosa que sugiere que es más probable que el efecto del amanecer no tenga consecuencias negativas para la salud. Observa que la concentración máxima de glucosa es de 120 mg/dL (6,7 mmol/L), y que es el nivel más alto del día, mientras que los aumentos tras las comidas se mantienen por debajo de 110 mg/dL (6,1 mmol/L) y regresan al valor de referencia tras una hora.
En cambio, esta gráfica parece indicar que el efecto del amanecer es parte de un problema mayor. La glucosa sanguínea empieza alta, con una concentración máxima de 130 mg/dL (7,2 mmol/L), y nunca baja al valor de referencia antes de volver a aumentar por encima de 140 mg/dL (7,8 mmol/L) después de las comidas.
Estas dos gráficas difieren en lo siguiente:
El grado de elevación de la glucosa sanguínea
La naturaleza crónica de la elevación de la glucosa sanguínea
Los probables mecanismos subyacentes que causan el aumento de la glucosa sanguínea
¿Se puede reducir el efecto del amanecer?
Es posible que algunas personas no tengan que preocuparse por el efecto del amanecer. Pero si crees que podría contribuir de forma negativa a tu salud, ¿qué puedes hacer para mitigarlo?15
El ejercicio puede ayudar. Hacer algún tipo de esfuerzo físico después de cenar y nada más levantarte puede reducir el nivel y la duración del aumento de la glucosa.16
Además, comer pronto en la mañana puede ayudar a reducir el efecto del amanecer. Este consejo puede parecer paradójico. ¿Comer no aumentaría la glucosa sanguínea? No en este caso.
Recuerda que el efecto del amanecer se debe a una secreción de insulina menor de lo normal por la mañana para asegurar que haya niveles adecuados de glucosa. Si comes, eso avisara al cuerpo de que tiene suficiente energía, y la insulina puede responder de forma apropiada. El resultado es que habrá suficiente insulina para ayudar a bajar el nivel de glucosa.17
Algunas personas recomiendan comer un snack bajo en carbohidratos, alto en grasas o alto en proteína antes de irse a la cama para mitigar el efecto del amanecer. No es una opción muy buena para las personas que buscan los beneficios del ayuno intermitente, pero puede ser una opción mejor que empezar a medicarse. Debes decidir si esta recomendación es adecuada para ti.
Es posible saber si esta estrategia funciona midiendo la glucemia por la mañana.
¡No te olvides de la importancia del sueño! Una noche de mal sueño puede aumentar la producción de cortisol, causando un efecto del amanecer más pronunciado.18
Por último, algunas personas pueden pensar en la posibilidad de usar medicación. Tomar insulina por la noche puede ser más efectivo que los medicamentos orales para la diabetes para reducir el grado y la duración de la elevación de la glucosa.19
Todos los medicamentos, sobre todo la insulina, pueden producir efectos secundarios, incluido el riesgo de una hipoglucemia peligrosa. Debes consultar cualquier posible cambio de medicación con tu médico y solicitar un análisis riguroso de la relación entre riesgo y beneficio.
Recapitulación
Sabemos mucho sobre la relación del efecto del amanecer con la diabetes y un aumento del riesgo de posibles complicaciones. No obstante, sabemos mucho menos sobre el efecto del amanecer en personas que siguen una dieta baja en carbohidratos y cuyos músculos queman principalmente grasa y no glucosa para obtener energía.
En el caso de muchas personas, un aumento moderado de la glucosa sanguínea por la mañana probablemente sea una adaptación que no es perjudicial para la salud. Pero hasta que tengamos más evidencias científicas, es prudente indagar más sobre las elevaciones de glucosa sanguínea por la mañana con un profesional médico y, si resulta preocupante, considerar las herramientas disponibles actualmente para tratarlo.
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La guía contiene referencias científicas específicas a lo largo del texto en forma de notas. Puedes hacer clic en los enlaces para leer los estudios científicos revisados por expertos. Asimismo, en algunos estudios hemos añadido una calificación de la solidez de la evidencia con un enlace a nuestra política sobre evidencia científica. Nuestras guías avaladas por la ciencia se actualizan al menos una vez al año para reflejar las últimas referencias a los estudios científicos publicados sobre el tema en cuestión.
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Descargo de responsabilidad: esta guía ha sido traducida del inglés al español. En caso de discrepancias entre la versión en inglés y la versión en español, prevalecerá la versión original en inglés.
Esto se basa en la experiencia clínica consistente de médicos que utilizan la alimentación baja en carbohidratos. [evidencia débil]↩
Algunas personas tienen la hipótesis de que el cerebro puede cambiar el punto establecido en el que el cuerpo necesita responder a las elevaciones de glucosa. Aunque los datos corresponden principalmente a animales, podría ser una fascinante explicación de la ausencia de respuesta de la insulina en el efecto del amanecer.
El estudio DCCT mostró que unos niveles de glucemia elevados de forma crónica estaban relacionados con un empeoramiento de los resultados clínicos, y una gestión intensiva de la glucemia redujo la mortalidad.
El siguiente estudio mostró que la asociación entre la variabilidad de la glucosa y un aumento del riesgo cardiovascular fue mucho mayor con diabetes tipo 2 que con la diabetes tipo 1.
La definición de glucosa posprandial normal se basa en estudios que muestran las personas que tienen más probabilidad de desarrollar diabetes o prediabetes. Muchos médicos creen que los niveles de glucosa “óptimos” son incluso menores, cercanos a 120mg/dl (6,7 mmol/L). Esto se basa en la experiencia clínica de médicos que utilizan la alimentación baja en carbohidratos [evidencia débil]↩
Las siguientes recomendaciones se basan en los consejos de expertos, en la experiencia clínica y en informes anecdóticos. No hay estudios que investiguen intervenciones específicas aparte de medicación. ↩
Es probable que este sea especialmente el caso si el contenido de carbohidratos de los alimentos es bajo y por lo tanto no aumenta la glucosa sanguínea mucho más. ↩