Las mejores recetas bajas en carbohidratos y keto para congelar
Los 4 beneficios principales de preparar tus comidas con antelación
Adoptar un método de cocinar por lotes puede ser un salvavidas, especialmente si lo que quieres es ahorrar tiempo. Esto es porque solo cocinas una vez, pero después tienes varias comidas saludables para comer durante los días siguientes.
Estas son cuatro de las principales ventajas del meal prep:
- Ahorras tiempo
- Te mantiene en el plan
- Reduces los costos totales de cocinar
- Menos desperdicio de alimentos
¿Qué recetas bajas en carbohidratos son las más adecuadas para cocinar por lotes?
¿Alguna vez te ha pasado de congelar un alimento… para después darte cuenta que no era el más adecuado para congelar?
Ya sea porque los lácteos se cortaron o porque las verduras se ablandaron, tener estas sorpresas con el congelador cuando esperabas tener resuelta una comida rápida y saludable es algo decepcionante.
¿Cuáles son los mejores tipos de comidas y alimentos para congelar? ¡Nos alegra que hayas preguntado! Estos son algunos de nuestros mejores consejos para congelar el desayuno, el almuerzo, la cena y las opciones de postres.
Nuestras mejores ideas de meal prep para el desayuno
No todos tenemos tiempo para como hacer un desayuno relajado, especialmente entre semana. Los desayunos que podemos preparar con anticipación y que se congelan bien podrían ser la mejor solución definitiva si se quiere tener a disposición un desayuno keto o un desayuno bajo en carbohidratos equilibrado.
- Muffins de huevo
- Panqueques
- Chaffles (waffles keto)
- Panes, como el pan nube
- Quiches y tortillas
- Cazuelas de desayuno
- Croquetas y buñuelos vegetarianos
- Si te gustaría sacar el desayuno del refrigerador o del congelador para comerlo después en el trabajo, considera elegir un envase o envoltorio individual para guardarlo, para así acelerar el proceso. En el caso de un muffin de huevo, sería útil usar pirotines (capacillos) en la lata de hornear.
- Si tu plan es tomar el desayuno en casa, las porciones pueden envolverse individualmente o guardarse en envases del tamaño de la porción.
Recetas para el desayuno
Las mejores ideas de meal prep para almuerzos y cenas
Generalmente, tenemos menos tiempo para preparar el almuerzo y la cena.
¡No te preocupes! Estas sugerencias se congelan y se recalientan muy bien:
- Guisos y cazuelas
- Sopas (y pan)
- Pizzas y masa de pizza
- Tortillas y quiches
- Bases de carne preparadas, como chile, cerdo desmenuzado, Tex Mex o curry
- Pasteles de carne y lasañas
- Albóndigas y nuggets de pollo
- Salteado asiático de repollo
Recetas para el almuerzo y la cena
Los mejores postres que se pueden congelar
Afortunadamente muchos postres se congelan bien. No solo puedes tener éxito con helados y pasteles, sino que los postres más pequeños como las bombas de grasa también se pueden guardar congelados, lo que significa que puedes preparar porciones que duren más tiempo o hacerlas en lotes más grandes para el futuro.
- Pasteles o tortas
- Helados
- Waffles
- Panqueques
- Muffins
- Bombas de grasa y trufas
- Galletas y barritas
- Bayas o frutos del bosque
Recetas de postres
Incluso las comidas perfectamente preparadas pueden arruinarse si no se las empaqueta correctamente para el congelador. Empieza eligiendo envases seguros para el congelador, pensando en cómo evitar las quemaduras por congelación, y consumiendo los alimentos dentro del tiempo apropiado. Y asegúrate de dejar que los alimentos se enfríen a temperatura ambiente antes de ponerlos a congelar. Hay muchos platos que se congelan bien y hacen que la preparación de la comida sea fácil; sin embargo, como regla general, los platos con mucha crema (nata) espesa, queso derretido, o queso crema como las sopas a base de crema (nata) no se congelan bien. Los platos que incluyen mayonesa o las ensaladas como la ensalada de pollo o la ensalada de atún, que la incluyen, no son buenas para congelar. Además, las verduras frescas sin cocinar con alto contenido de agua, como la lechuga, el tomate y el pepino, se convierten en una pasta aguada cuando se descongelan. Si no tienes tiempo para preparar platos listos para congelar, o si te falta un ingrediente clave en una receta, entonces puedes congelar los ingredientes para usarlos después y ya tenerlos listos cuando quieras preparar una comida. Esto no significa que tendrás una comida completa lista para comer apenas la saques del congelador, pero te reducirá considerablemente el tiempo de preparación. Cuando están envasados adecuadamente, los alimentos congelados pueden durar mucho más que los frescos. La mayoría de los productos horneados pueden congelarse muy bien hasta 2 a 3 meses. Las galletas bajas en carbohidratos, los muffins y el pan pueden congelarse muy bien hasta por seis meses. Las carnes cocidas, los guisos, las cazuelas y algunos platos a base de huevo, como las frittatas, se mantendrán bien durante al menos dos meses y probablemente seguirán estando sabrosos después de tres meses en el congelador. Selecciona envases que sean suficientemente grandes para la cantidad que estás congelando y deja el menor espacio posible para evitar burbujas de aire en ellos. Usa bolsas de silicona, papel de congelar recubierto o laminado, bolsas o envolturas de plástico grueso o papel de aluminio resistente para envolver bien y proteger los alimentos. La ventaja de usar envases flexibles es que puedes aplanar el contenido, y eso es ideal para apilar los envases perfectamente y optimizar el espacio en el congelador. También puedes utilizar envases de plástico rígido o de vidrio diseñados específicamente para el congelador. Si utilizas vidrio, deja suficiente espacio para que el contenido se expanda ligeramente al congelarse. Además, los envases de boca ancha facilitan retirar el contenido y es menos probable que se rompan por la presión producida por la expansión de los alimentos al congelarse. Una quemadura por congelación es como el beso de la muerte para cualquier alimento congelado. Es causada por la exposición de los alimentos al aire. Aunque la quemadura del congelador no hace daño, puede afectar el sabor, la textura y el color de la comida. Para evitar las quemaduras por congelación, asegúrate de que todos los envases de alimentos sean herméticos y que los alimentos estén bien envueltos. Asegúrate de eliminar la mayor cantidad de aire posible del envase antes de sellarlo. Después de envasar los alimentos, asegúrate de etiquetarlos con un marcador permanente. Incluye el nombre del alimento o la comida y la fecha de congelación. La mejor forma de descongelar es dejar que se produzca a la velocidad natural, a una temperatura constante. Por razones de seguridad alimentaria, los alimentos no deben descongelarse dejándolos a temperaturas entre los 5 °C y los 60 °C (40 °F y 140 °F). Este rango de temperatura se conoce como la “zona de peligro” y es la temperatura ideal para que las bacterias se multipliquen rápidamente. Hay diferentes métodos para descongelar los alimentos, y te los presentamos a continuación. Descongelar en el refrigerador es uno de los métodos más sencillos para descongelar alimentos. La temperatura fría constante hará que el alimento se mantenga inocuo y que mantenga también la mayor parte de su sabor y textura. Esto puede demorar hasta 24 horas, por lo que lo mejor es planificar con anticipación, por ejemplo, sacar la cena del día siguiente la noche anterior. Una alternativa para descongelar de forma natural es el modo Descongelar en el horno a microondas. Este método es significativamente más rápido que descongelar de forma natural. Sin embargo, puede llevar más tiempo perfeccionar este proceso. Cada microondas es diferente, y tendrás que consultar el manual de tu microondas para conocer los ajustes y tiempos correctos necesarios para el tipo de comida o alimento que descongeles. Cuando descongelamos en el microondas, es importante cocinar los alimentos descongelados inmediatamente después. Esto se debe a que el microondas puede calentar parcialmente el alimento durante el proceso de descongelación. El agua fría puede ser un buen aliado para descongelar comidas que están en envases sellados. Cuando se usa este método, es importante asegurarse de que no les va a entrar el agua porque podría estropear los alimentos. Este método implica llenar un tazón con agua fría, o la pileta de la cocina, y sumergir en el agua el alimento sellado que quieres descongelar. El agua debe cambiarse cada 30 minutos aproximadamente para que se descongele continuamente. Una vez descongelado el alimento, debe cocinarse inmediatamente. Consulta los diferentes métodos para recalentar en la siguiente sección. Cuando no hay tiempo suficiente para descongelar, es posible cocinar o recalentar los alimentos directamente del congelador. Sin embargo, esto puede afectar la textura y el sabor finales. Ten en cuenta que, al cocinar directamente un alimento congelado, se requerirá aproximadamente un 50% de tiempo de cocción adicional para que quede completamente cocido. Con comidas congeladas que tienen una base líquida, como las sopas y guisos, haz correr agua fría sobre el exterior del envase cerrado. Esto hará que los alimentos se suelten de los bordes del envase y puedan retirarse fácilmente para recalentar. Calienta los alimentos congelados, como sopas y guisos, a baja temperatura al principio, para que se vayan descongelando y así evitar que se quemen. Utiliza una tapa para que tengan calor adicional y revuelve con frecuencia. Una vez descongelado el alimento, debe aumentarse la temperatura hasta la correspondiente para la cocción. Una vez que hayas descongelado una porción envasada de tus deliciosos tesoros congelados, podrás saber si el método que usas para calentar los alimentos afecta a la calidad de la comida congelada. Aunque el horno a microondas es muy conveniente y rápido, funciona mejor para calentar sopas, guisos y cazuelas porque tienen mucha humedad. Las carnes más secas, especialmente las aves y las carnes frescas, pueden volverse duras y gomosas cuando se calientan en el microondas. Recalentar los alimentos en una sartén caliente o en una olla puede tomar un poco más de tiempo que usar el microondas, pero los alimentos se calientan más homogéneamente y es especialmente útil para comidas sin mucha salsa. Agregar un poco de grasa, caldo, crema o agua puede ayudar a obtener carnes más tiernas cuando se calientan en la hornalla. Si deseas un exterior más crujiente, prueba calentarlos con una freidora sin aceite. Las alitas de pollo, las croquetas de jalapeño, o las rebanadas de pizza congeladas se recalientan maravillosamente en una freidora de aire. Por último, puedes usar el horno para recalentar el pan, los muffins, cazuelas, guisos o carnes. Tapa o cubre la comida para que se caliente de manera uniforme y completa sin que se reseque, se dore demasiado o se queme. Aunque usar el horno es el método más lento para recalentar la comida, calentarla lenta y completamente da muy buenos resultados y el sabor es fresco.
Cómo preparar alimentos para el congelador
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