Nutrición para aliviar el dolor

Volvemos a las andadas. ¿Podría una dieta baja en carbos y alta en grasas dejar más medicamentos obsoletos? Un pequeño estudio realizado en Alabama indica que las dietas bajas en carbos y altas en grasas podrían ser mejores que los analgésicos antiinflamatorios corrientes para aliviar el dolor causado por la osteoartritis de rodilla.

Pain Medicine: El efecto de las dietas bajas en carbohidratos y de las dietas bajas en grasas en el dolor en personas con osteoartritis de rodilla (en inglés)

El estudio asignó de forma aleatoria tres dietas diferentes a 21 adultos de edad avanzada con artrosis de rodilla: una baja en carbohidratos (menos de 40 gramos de carbohidratos al día), una baja en grasas (con 20 % de calorías de grasas, 60 % de carbohidratos y restricción calórica) y una de control (sin cambios).

Tras 12 semanas, los grupos bajos en grasas y bajos en carbohidratos perdieron una cantidad similar de peso, de 7 a 9 kg (15 a 20 lb). Sin embargo, solo se observaron mejoras en los índices de interferencia del dolor, de la calidad de vida y de la intensidad del dolor en el grupo bajo en carbohidratos. Ni el grupo de control ni el bajo en grasas tuvieron tales beneficios.

Puesto que la pérdida de peso fue similar en los grupos bajos en grasa y bajos en carbohidratos, los autores plantean la hipótesis de que el beneficio se deba a diferencias en el estrés oxidativo y la inflamación, aunque el estudio no evaluó esto de forma directa. Además, no se menciona cuál fue la necesidad de medicación en los grupos, por lo que no sabemos si una dieta baja en carbos reduciría la necesidad de analgésicos (aunque parece una conclusión posible si tenemos en cuenta la reducción de los índices de dolor).

Pese a que mejorar la calidad de vida de la gente que sufre osteoartritis puede ser un prometedor beneficio de la dieta cetogénica —y son frecuentes las experiencias personales al respecto— se necesita más información antes de poder extraer una conclusión científica bien fundamentada. No obstante, nos enfrentamos de nuevo a la misma pregunta: ¿por qué no darle una oportunidad? Ya que por lo general los efectos secundarios son pérdida de peso, mejora de la salud metabólica, así como más energía y bienestar, parece que la relación riesgo-beneficio es mejor que la de la mayoría de las alternativas disponibles.

Si quieres saber más sobre el uso de una dieta cetogénica para aliviar el dolor, ve esta charla de la Dra. Èvelyne Bourdua-Roy y la Dra. Hala Lahlou (en inglés). Para más información sobre el papel de la insulina en la patogénesis del dolor, puedes leer este artículo al respecto.

Gracias por leernos,
Dr. Bret Scher, FACC

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