Las instrucciones son para 4 porciones. Modifícalas según sea necesario.
Cortar las pechugas de pollo en trozos del tamaño de un bocado. Reservar.
Romper el huevo en un bol y batir con un tenedor hasta que la clara y la yema estén bien mezcladas.
Poner en otro bol la harina de coco, la sal y la pimienta. Mezclar bien.
Añadir los trozos de pollo al huevo batido hasta cubrirlos. A continuación, sumergir cada pieza de pollo en la harina de coco, cubriéndola por todos los lados.
Poner al fuego un wok o una sartén grande con aceite de coco. Cuando esté caliente, añadir el pollo. Asegurarse de que las piezas no se tocan entre ellas. Si no cabe todo el pollo a la vez, freírlo en tandas. Freír hasta que esté dorado y no esté rosado por dentro. (Tardará unos 5 minutos, dependiendo del tamaño de los trozos de pollo). Retirar de la sartén cuando esté hecho y dejar escurrir sobre papel de cocina.
Añadir todos los ingredientes de la salsa al wok o a la sartén, mezclar bien y cocer a fuego lento durante un par de minutos hasta que la salsa haya espesado.
Añadir el pimiento y las cebolletas. Cocinar durante un par de minutos hasta que esté tierno, y volver a poner el pollo en el wok. Remover hasta que todo quede cubierto por la salsa. Adornar con semillas de sésamo al servir.