The Game Changers: ¿Todos deberíamos seguir una dieta vegana?
En un momento dado, en el documental provegano The Game Changers, un presentador de televisión que entrevista a un dietista que trabaja para la Asociación Nacional de Ganaderos de Reses exclama: “¿¡Cómo se supone que tiene que entender esto el espectador!?”.
Es una buena pregunta, para esta película y para los demás libros, películas y artículos sobre las “guerras de las dietas”.
The Game Changers, un documental recientemente publicado en Netflix, sigue al luchador de artes marciales mixtas James Wilks a medida que explora “la ciencia” de las dietas omnívoras y veganas y relata la historia de varios deportistas de elite que usan la dieta vegana como parte de su entrenamiento. La historia de Wilks toma un cariz personal cuanto su padre sufre un ataque al corazón y Wilks convence a toda su familia de hacerse veganos para cambiar la salud de su padre.
Es innegable el encanto de la historia; hay compañerismo, se alienta al que está en una mala situación y es conmovedora. No es necesario creer que las dietas veganas son la respuesta a todo para desear que el padre de Wilks pueda celebrar muchos más cumpleaños con sus nietos.
Pero parece que Wilks y los productores de la película quieren que creas que las dietas veganas son la solución a todo. Quieren mostrarte la “auténtica realidad” sobre cómo las dietas veganas son la dieta “óptima” para todo el mundo, en todo el mundo y en cualquier situación.
Eso significa que, al igual que el combate que aparece en la película entre el luchador vegano Nate Díaz y el omnívoro Conor McGregor, solo puede haber un ganador. Todas las demás dietas (con productos animales) deben perder.
Pero la realidad es que estos enfoques de todo o nada para la nutrición —y puede aplicarse a todos los espectros de las “guerras de la dieta”— ignoran una realidad bien sencilla: las dietas funcionan de forma diferente según la persona. No hay una dieta que funcione para todo el mundo.
Hechos entrelazados con lógica difusa
Cualquier argumento que afirme lo contrario puede presentar evidencias científicas, pero probablemente esté motivado por una ideología. Cuando esto ocurre, como evidencia esta película, al espectador se le presentan razonamientos claros y basados en hechos bien documentados junto con argumentos difusos y contradictorios que distorsionan la realidad.
Por ejemplo, el culturista vegano Nimai Delgado desmiente el mito de que “la soya aumenta los niveles de estrógeno”. Como se explica en la película, los fitoestrógenos de la soya pueden aumentar la actividad estrogénica de cierta forma (al imitar los efectos estrógeno) pero la bloquean de otras formas (al no imitar al estrógeno lo suficiente).
Aquí en Diet Doctor estamos de acuerdo. Hace poco revisamos las evidencias sobre la soya y actualizamos nuestra postura acerca de ella para incorporar nuestros conocimientos sobre las evidencias actuales.
Pero entonces Wilks afirma que los productos animales tienen un efecto anómalo en las hormonas. Sin embargo, al igual que la ciencia al respecto de los efectos adversos de la soya, la totalidad de las evidencias muestran que ese no es el caso.
En otro ejemplo, la película subraya la importancia de la proteína en la dieta para las personas, y añade que si todos los aminoácidos esenciales se consumen en las cantidades adecuadas, su fuente —plantas o proteínas— no es necesariamente importante.
En Diet Doctor también creemos que las evidencias respaldan esta afirmación: la proteína es importante, y puedes obtener una cantidad y calidad adecuada tanto de fuentes vegetales como animales, aunque es un poco más fácil con las segundas.
¿Por qué, entonces, la película indica después que “el problema es la proteína animal en sí misma”? En la película, el afamado epidemiologista nutricional de Harvard, el Dr. Walter Willett, señala que “los aminoácidos de fuentes animales suelen hacer que nuestras células “se aceleren”. Aparte de que es una afirmación muy poco clara en relación a la ciencia de la bioquímica, ¿qué significa exactamente que una célula “se acelere”? ¿Es algo bueno o malo? Contradice la afirmación anterior de que la fuente de proteínas no importa. No se puede estar en misa y replicando.
Ese es el problema de los argumentos basados en ideologías: el dogma no siempre coincide con las evidencias disponibles, y cuando no lo hace, se da forma al lenguaje y a las evidencias para ajustarse a las creencias.
Avivando las “guerras de las dietas”
En un ejemplo irónico de cómo se fomentan y protegen los intereses particulares con tácticas de marketing, Wilks describe cómo los fabricantes de tabaco usaron a deportistas ―”los mayores símbolos de forma física y salud”, según la película― y a doctores ―símbolos confiables de autoridad― para vender cigarrillos. Y esta es una película en la que se usan deportistas y doctores para promocionar el veganismo.
Un doctor que presenta una parte especialmente procaz sobre los efectos de una comida vegana y las erecciones nocturnas admite que “no es un estudio validado científicamente”, pero es innegable que tan solo insinuar que una comida sin carne hace que el pene de un hombre sea más grande es una estrategia muy efectiva para vender las dietas veganas.
La película continúa describiendo cómo la industria del tabaco protegió las ventas de cigarrillos cuando empezaron a aparecer las evidencias de sus efectos adversos para la salud “usando sus propias investigaciones autofinanciadas para conseguir argumentos que causaran confusión sobre el tema”. Wilks da a entender que esas mismas tácticas poco limpias son las que usa “otra gran industria”, la de los fabricantes de comida chatarra. La película usa una extrañas matemática, la “comida chatarra” equivale “productos animales”, y la comida chatarra apta para veganos como gaseosas y papas fritas parece que no cuenta para nada.
Cuando “las evidencias en contra de alimentos animales empiezan a acumularse”, afirma Wiks, “la industria de la carne, los lácteos y los huevos… participa con una respuesta encubierta, financiando los estudios que niegan estas evidencias mientras esconden su participación en la letra pequeña”.
Aparte del hecho de que, como una serie de estudios en Annals of Internal Medicine demuestra, el “montón” de evidencias “en contra de los alimentos de origen animal” es una endeble castillo de naipes, también es una distorsión de la realidad.
Es cierto que las industrias de la carne, los huevos y los lácteos han financiado estudios nutricionales que demuestran que sus productos son sanos, al igual que los sectores más proveganos del mercado — aceite vegetales, trigo, soya y productores de azúcar — han financiado estudios que hacen lo mismo por sus productos. Pero estas prácticas han sido parte de cómo se construye la ciencia de la nutrición durante muchas décadas. No obstante, al menos los conflictos financieros de intereses deben declararse, aunque sea en la “letra pequeña”.
Sin embargo, las ideologías no se declaran en ningún sitio. Nadie se sorprenderá de la previsible combinación de expertos que aparecen en defensa de las dietas “basadas en vegetales” (veganas o cerca de ser veganas). Dean Ornish, Caldwell Esselstyn y Walter Willett han sido francos partidarios de este tipo de dietas durante muchos años o décadas, y habría que ser iluso para afirmar que su conocimiento de las investigaciones de nutrición no está relacionado con sus propias creencias.
Asimismo, las dietas cetogénicas tienen su propio grupo de expertos. ¿Podríamos predecir quién puede aparecer en una versión baja en carbos de The Game Changers ¿No esperaríamos —o incluso prereriríamos— un enfoque con los mismos sesgos, “una dieta para dominarlos a todos” para promocionar la dieta que preferimos en Diet Doctor?
Dieta vegana y dieta baja en carbos: no tienes que escoger una
En realidad no estamos interesados en añadir leña al fuego de las guerras de la dieta. Uno de los valores de nuestra compañía es la bondad, y nos gustaría promocionar el valor de nuestro enfoque para las dietas vegetarianas y veganas.
Es por eso que rechazamos insistir en que todo el mundo deba escoger entre comer carne y reducir el consumo de carbohidratos. Aunque esta postura puede ser impopular entre algunas personas, reconocemos que todas las personas tienen necesidades y preferencias distintas respecto a la alimentación y a la salud.
Si quieres comer productos animales, incluída la carne, tenemos cientos de recursos y recetas bajas en carbohidratos para ti.
Si no, tenemos guías completas para ayudar a los que quieren disfrutar de los beneficios de una dieta keto vegetariana o una dieta keto vegana baja en carbos.
Tenemos muchas recetas vegetarianas y veganas disponibles gratuitamente, y nuevos y actualizados menús vegetarianos y veganos para los subscriptores de Diet Doctor.
Al contrario que el enfrentamiento entre el vegano Díaz y el omnívoro McGregor, no tiene que haber un solo ganador. Y, de hecho, en la revancha, McGregor ganó a Díaz. Situaciones diferentes; resultados diferentes. Nosotros reconocemos y agradecemos que nuestros lectores también son diferentes.
Guía para una dieta vegana y baja en carbohidratos
En esta guía te enseñamos cómo llevar una dieta saludable vegana y baja en carbohidratos.